Deficiente reacción y tratamiento de los conflictos

Luis Ortiz Monasterio. Fotografía: Emanuel Reséndiz| Gaceta Políticas
El embajador Luis Ortiz Monasterio dio la plática: Clasificación de conflictos internacionales (constantes lecciones y prevenciones), precedido por años de experiencia adquirida en el país y en el extranjero y una destacada trayectoria académica y laboral.
El embajador, ayudado de diapositivas, hizo una precisa exposición de la situación actual de la humanidad relacionada con los conflictos. Los tipos de problemas, explicó, son clasificados en varias secciones, pero la principal es la de corte político.
En general, detalló el diplomático, hay una mala reacción y tratamiento de los conflictos, ya que si surge alguno, hasta que éste se hace demasiado grande y comienza a tener una cobertura en los medios de comunicación, se intenta controlar, cuando esto se pudo hacer desde su brote. El ponente añoró el sistema de justicia en el México de los años cuarenta, donde el proceso era eficiente, rápido y certero, todo lo contrario al de la actualidad.
El conflicto no debería considerarse como una advertencia, una pre etapa del problema sin resolución, sino debería atenderse de forma inmediata, pues es la muestra de un mal funcionamiento, social, gubernamental, internacional, sostuvo el expositor. Otra forma de encarar un conflicto es la escasa alimentación de información para después poder olvidarlo progresivamente y esconderlo; esto es el síndrome de amnesia, donde un problema sólo se recupera cuando algún aniversario de alguna injusticia está cerca.
Otro de los puntos que influye en la poca atención a los conflictos es el estatus de lo cotidiano, es decir, es normal la guerra contra los estados islámicos, la guerra civil de Libia y Siria, la crisis de Corea del Norte, las disputas territoriales, hecho que leemos en los periódicos, pero a los cuales no les damos la importancia que merecen. Además, la televisión, la economía, el cine, la sociedad y el internet están proyectando la violencia, lo cual es alarmante, sin embargo el mexicano cuenta aún con valores que se deben rescatar, necesitaamos empezar a reaccionar y atender los conflictos de manera diferente desde nuestro país.