Ideales carrancistas en la política exterior mexicana
Por Karla Fernández

Luis Barrón, historiador. Fotografía: Messados| Gaceta Políticas
¿Qué importancia tuvo Venustiano Carranza en la política exterior de México del siglo XX? En consideración del profesor Luis Barrón, doctor en Historia por la Universidad de Chicago, este personaje nunca fue líder, sino apoyó a los líderes; por ello siguió a Madero. No obstante, en 1913 empezó a actuar como tal, y entre otras cosas, dejó claro su nacionalismo y la premisa de que no se pueden aceptar intervenciones en la política interior mexicana.
En la conferencia, “Del Porfiriato a la Revolución. Actores y proceso”, el expositor mencionó que Carranza evolucionó como un líder nacionalista y con una idea muy clara de lo que debía ser nuestra política externa; razón por la cual su pensamiento, concretado en la Doctrina Carranza de 1918, influyó de manera fundamental en la dinámica del país, pues ésta buscó promover a México como una nación soberana, así como garantizar los derechos del individuo que le otorga la Constitución.
El especialista detalló que Carranza nunca fue porfirista, aun cuando fue un político forjado y formado en el sistema político de Porfirio Díaz, sino al haber estado rodeado de liberales desde su infancia, fue un “iusnaturalista liberal”, cuya visión es que hay derechos que son inalienables, y que éstos deben ser reconocidos; es decir, esta filosofía concibe que el ser humano tiene unos derechos pre-estatales, anteriores a la formación de cualquier comunidad política, los cuales deben ser respetados por el Estado y no pueden ser violados.

Fotografía: Messados| Gaceta Políticas
Barrón señaló que Carranza tuvo un primer contacto con la política exterior mexicana cuando fue senador, de 1907 a 1910, etapa en la que prevaleció la Doctrina Juárez, que postulaba que cualquier país que quisiera llegar a un acuerdo con México debía reconocerlo como un Estado soberano. Posteriormente, gracias a la impronta y carácter de este hombre, dicha política se vio muy influenciada por los ideales carrancistas.
En su momento, Marlene Alcántara y Consuelo Dávila, docentes del plantel, valoraron la exposición de Barrón, pues en muchas ocasiones no tomamos en cuenta la personalidad, las circunstancias en que se desarrolla un líder, ni los hechos que lo hacen influir en la vida nacional e internacional.