Vigente, el anarquismo de Flores Magón
Por Sheila Angélica Santiago Aragón

El filósofo Armando Bartra explicó el contenido de su libro. Foto: Daniela Reséndiz
El anarquismo de Flores Magón tiene vigencia porque la valía de su pensamiento radicó en contar la historia fuera del tenor informativo institucional; es una visión crítica que permea los movimientos sociales actuales, expresó el investigador Armando Bartra, en la presentación de su libro: Magón, un anarquista en la Revolución Mexicana, editado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).
Precisamente en el Auditorio Ricardo Flores Magón de la FCPyS, el también escritor hizo un recuento histórico del panorama político del México revolucionario, en el que resaltó el «programa de proyecto de Revolución» contra Porfirio Díaz, que redactó Flores Magón en 1906, como el primer intento de reforma que incluía «las exigencias de la gente y no del gabinete», para acentuar el radicalismo del fundador del periódico independiente, Regeneración.
Como antecedentes al levantamiento de armas en 1910, el ponente recordó la llegada al poder de Díaz y los intentos fallidos contra reeleccionistas que precedieron el primer programa revolucionario. De igual modo, el también filósofo profundizó en el carácter liberal del pensamiento magonista: «ser anarquista es ser un liberal radical del siglo XX. Magón retoma los principios liberales contra la oligarquía y por ello se vuelve perseguido y censurado», afirmó Bartra.

Portada del libro presentado. Foto: Google Imágenes
Luego de aseverar que Flores Magón siempre reconoció el carácter democrático de México, también señaló que el anarquismo tiene incidencia en los jóvenes actuales, de igual manera como influyó en el Flores Magón de 18 años que participaba en las protestas contra el gobierno porfirista.
Aclaró que Francisco I. Madero tuvo éxito en la época porque, a pesar de retomar las ideas de Magón, inició una campaña en la que se auto-postuló como opción democrática. El texto fue presentado como parte de la visita del equipo del FCE, el 2 de febrero, jornada en la cual se ofertaron libros a los estudiantes.