Vigencia de Touraine en la comprensión de América Latina
Por Paulina Martínez Colín

Alain Touraine. Foto: Milenio
Con la presencia de destacados investigadores sociales, se llevó a cabo en la Facultad una interesante charla en la que se rememoraron y valoraron las huellas de la obra y aportes del sociólogo francés, Alain Touraine, en la comprensión del acontecer de México y de América Latina.
En la sesión, titulada: América Latina hoy, organizada como parte de un homenaje a Touraine, por la influencia de su pensamiento en la región, participaron la socióloga argentina Elizabeth Jelin; el sociólogo, politólogo y economista mexicano José María Calderón, profesor del plantel, y la doctora Karla Valverde, también docente de la Facultad, quien fungió como moderadora. De igual modo, entre el público estuvo presente el doctor Michel Wieviorka, destacado sociólogo de Francia, quien compartió sus ideas con los ponentes y el público.
La obra de Alain Touraine como herramienta
Para iniciar el conversatorio, José María Calderón explicó que Touraine mantuvo una mirada permanente en las transformaciones sociales tanto de Europa occidental y oriental, como de Estados Unidos, pero de manera especial en las de América Latina, donde se ocupó de las tensiones sociales que palpitaban en los movimientos obreros. Al retomar las contribuciones del sociólogo, el académico manifestó que Alain abrió espacio al sujeto personal como un actor histórico central del mundo contemporáneo.
También subrayó que el pensador europeo abogó por un “universalismo más y más exigente”, que se opone a la desigualdad y la dominación, especialmente en un contexto de globalización y poderes autoritarios. Enfatizó que en este momento en el que presenciamos, inmóviles, el genocidio de un pueblo entero, es el momento de alzar la voz en favor, precisamente, de un “universalismo más y más exigente”.
Añadió que Touraine “nos dejó herramientas analíticas y conceptuales, una visión singular del mundo y de la Sociología, así como a decenas de sociólogos latinoamericanos, a quienes formó o inspiró para entender el mundo contemporáneo, y a partir de allí contribuir a transformarlo; nos enseñó a ver a la sociedad del planeta como una configuración histórica y social en transformación, por la acción y las ideas de los actores y de los movimientos sociales”. En este punto, Elizabeth Jelin coincidió en que el pensamiento de Touraine es una herramienta de análisis muy apreciada en el ámbito de las ciencias sociales.
En su momento y como parte del público, Michel Wieviorka comentó: “Alain Touraine fue un sociólogo que entendió muy bien a América Latina; él habló de la subjetivación y desubjetivación, y eso fue muy útil para entender mejor la violencia. En este marco, la doctora Karla Valverde señaló los diversos impactos generacionales que ha generado la obra de Touraine, pues cada una ha apropiado sus ideas a su manera y desde sus contextos determinados .
América Latina: “el continente de los movimientos sociales”
Tanto Elizabeth Jelin como José María Calderón resaltaron la importancia de los movimientos sociales en la composición y comprensión de América Latina, a partir del pensamiento de Touraine. La primera delineó un recuento del siglo XXI a partir de movimientos sociales, resaltando cuestiones ambientales, disidencias sexuales, nuevas energías limpias, así como luchas obreras, feministas y étnicas; en tanto, el segundo se refirió a las tensiones sociales dentro de dichas gestas, recordando que “América Latina ocupó un lugar muy importante en la reflexión socio-política y cultural del autor francés”.

Elizabeth Jelin, Karla Valverde y José María Calderón. Foto: Paulina Martínez.
Jelin indicó que los movimientos tienen una visión de totalidad y transformación de la sociedad en su conjunto, pero también buscan cambios de la organización capitalista, las dictaduras y el autoritarismo. Agregó que es necesario analizar los movimientos como vías para mejorar la calidad de vida, los derechos humanos, las cuestiones de géneros y el papel de las juventudes. Expresó que los movimientos sociales atraviesan un momento de reconstitución, incluida la parte teórica, así como un crecimiento y surgimiento de nuevas y viejas identidades transformadas, que reclaman reconocimiento social y estatal con demandas específicas. Ante este panorama cerró con una pregunta; ¿con esta nueva diversidad de movimientos estamos frente a nuevos sujetos sociales?
Luego de apuntar que hubo verdadera cercanía entre Touraine y el Movimiento Estudiantil de 1968, el doctor Calderón, por su lado, narró que incluso Sergio Zermeño, egresado de la FCPyS, elaboró el libro: México: una democracia utópica. El movimiento estudiantil del 68, bajo la influencia de la obra del reconocido sociólogo.
En este contexto, Michel Wieviorka aseguró que “América Latina es el continente de los movimientos sociales”, pero es una región que no acepta la violencia. Sostuvo que “Touraine fue el sociólogo de los movimientos sociales, de los conflictos; una de sus ideas es que la sociedad se transforma a través de sus conflictos”, arista que caló en esta región del mundo.

Michel Wieviorka. Foto: Paulina Martínez
La interseccionalidad entre pasado, presente y futuro
En la charla se subrayó que Touraine reconoció siempre la conexión entre pasado, presente y futuro y la necesidad de concretar siempre una reflexión social. El doctor Calderón afirmó, de la mano del pensador homenajeado, que “nunca somos completamente contemporáneos de nuestro presente”. En síntesis, en el encuentro se valoró la relevancia de tener bases históricas para comprender el antes, el hoy y lo que vendrá.
Al respecto, la doctora Jelin, a partir de su estudio de las memorias sociales, expuso que éstas son “herramientas con las cuales pensamos y actuamos”. Las memorias del pasado fungen como una forma de incorporar al análisis una visión del futuro; “es usar las herramientas del pasado en las luchas del presente; son los tres tiempos unidos en un momento”, remató.
Para finalizar, y en el mismo sentido, Michel Wieviorka externó que las «ideas de Touraine, su trabajo y su relación con sus estudiantes preparan el futuro y no únicamente el presente”. He ahí otro signo de la influencia del pensador en la sociología contemporánea.