Un mensaje erróneo hace la diferencia

Joseph Goebbels, maestro de la propaganda nazi.
En la actualidad se debe tener conciencia de las herramientas de comunicación que se tienen al alcance; esto es válido para todos aquéllos que forman parte del ámbito comunicativo, ya sea tradicional o digital, y debería ser valedero también tanto para los personajes públicos como para los que no lo son. Estamos totalmente inmersos en internet y en la inmediatez de la información, pero todo debe tener su finalidad y su porqué, no debemos dejarnos guiar por todo lo que se muestra.
Así se dijo en la conferencia La comunicación políticamente incorrecta llevada a cabo en la Facultad y organizada por el CECC. En este siglo estamos rodeados de imágenes, las nuevas generaciones crecen con herramientas digitales y es casi imposible no interactuar con ellas, por lo cual se debe tener conciencia del alcance que puede tener. Vivimos en la era de la prontitud en la cual todo caduca a cada momento y, a la par de este fenómeno, surgen noticias que no son verdaderas (Fake news), he aquí la importancia de verificar qué medio está brindando la información. Esta situación es, en nuestro tiempo, aprovechada por muchos; un ejemplo de ello lo encontramos en las elecciones pasadas de EU, allí, uno de los candidatos utilizaba este tipo de noticias para atraer a los votantes y lograr su cometido.
Otro de los casos ominosos en el asunto de la comunicación políticamente incorrecta es el de la invasión de la intimidad, ésta sobrepasa el uso de las llamadas Fake news y utiliza un hecho mal visto por la sociedad, un «escándalo», para darlo a conocer a la opinión pública y así invade, sin ningún derecho, la intimidad de quien es expuesto.
Se debe ser cuidadoso con lo que se dice con los medios y lo que se hace a través de ellos puesto que la información corre vertiginosamente; es necesario cuidar al público al que se dirigen los mensajes —definiéndolo desde el principio—, así como asegurarse de interactuar con él y no darlo todo por sentado. En este caso seguimos el desafortunado ejemplo de Hillary Clinton, la candidata demócrata tuvo mucho públicos y a otros grupos los dio por perdidos, pero jamás pensó éstos tendrían tanta fuerza a la hora del sufragio; este es un claro ejemplo de lo que ocurre cuando no se propicia el acercamiento, ni se atienden las necesidades mediáticas instantáneas con el público.
Hay que consumir distintos tipos de información (no solo las redes sociales) para distinguir cual es la verdadera o saber cómo está siendo manipulada; no hay que consumir sólo lo que nos gusta o con lo que estamos de acuerdo —reproduciendo la cámara de Eco—, sino darnos cuenta de otras ideologías y dejar de pensar en una sola postura.
En la conferencia participaron los catedráticos Alberto Aguirre, Ricardo López, Susana Sáenz, Gerson Hernández ,Hugo Gar Camarín y Carlos Castañeda.

Alberto Aguirre

Susana Sáenz

Ricardo López

Hugo García

Gerson Hernández