Trump y su gabinete sin formación cultural y política

Alejandro Chanona y Jesús Velasco. Foto: Juan de Dios Garza Villegas.
Por Adriana Peñaloza
Las raíces históricas del fenómeno Trump y el futuro de la política estadounidense, es el nombre de la conferencia magistral, impartida el 18 de marzo por Jesús Velasco, investigador de la Tarleton State University, en la que se reunieron el director de la Facultad, Alejandro Chanona Burguete, y los catedráticos Judith Bokser Liwerant, Silvia Núñez García y Oliver Santín Peña, de la FCPyS.
Velasco mencionó que la llegada del Donald Trump al poder sólo es posible entenderla a través de un análisis histórico, pues a partir de la segunda mitad del siglo pasado el país norteamericano comenzó a alejarse del liberalismo de Roosevelt, cuyo motor principal era la intervención del Estado.
Lo anterior significó un creciente acercamiento a la derecha conservadora, que no temía expresar su ideología política, característica en común con la actual administración derechista; empero, la gran diferencia es que los conservadores de antaño, como Louis Hartz, Joseph McCarthy, William Butley, George Wallace, etcétera, eran dueños de un vasto conocimiento que les permitió desenvolverse con una profunda formación cultural y política, endógena y exógenamente, premisas que tanto el presidente Trump como su gabinete carecen con creces.

Oliver Santín Peña, Silvia Núñez García, Judith Bokser Liwerant y Jesús Velasco. Foto: Juan de Dios Garza Villegas.
El proceso de desarrollo, crecimiento y obtención de poder de la derecha, mejor conocida como la nueva derecha en Estados Unidos, tiene su apogeo en el gobierno de Ronald Reagan, quien llega a la silla presidencial respaldado, económica y políticamente, por los ya entonces catalogados como neoconservadores y grupos de derecha, con el lema “Let’s make America great again”, modelando así el rumbo de ese país hacia la aceleración de una liberalización económica y una reducción drástica del Estado, línea de acción que sus sucesores presidenciales seguirían rigurosamente, y donde Barack Obama no sería la excepción.
Asimismo, la expansión de los medios de comunicación, específicamente la radio, y posteriormente la televisión, significó una puerta de entrada para la ideología conservadora dentro de las casas de la sociedad estadounidense. Si bien hasta antes de 1987, las radiodifusoras al abordar cualquier tema se regían por el mandato de la equidad, es decir, que obligadamente debían invitar o entrevistar a personas con diferentes puntos de vista y sin caer en sesgos, esto cambió durante el mandato de Reagan, al abolirse la doctrina Fairness, en 1987. Desde entonces, estos medios transitan hacia una polarización ideológica, por lo que no resulta equivocado decir que sus transmisiones permitieron el esparcimiento del pensamiento derechista.

Judith Bokser. Foto: Juan de Dios Garza Villegas.
La política estadounidense hasta antes del periodo de Trump, concluyó el ponente, resaltaba por ser muy conservadora en lo fiscal; claro ejemplo de ello es el rescate de los bancos y la industria automotriz durante la crisis surgida a finales de la primera década del nuevo siglo, cuyo contraste era ser muy progresista en el terreno social; sin embargo, hoy estos contrastes se están diluyendo de forma acelerada tras la fusión del poder político, económico e ideológico, para dar paso a una homogénea política radical, que no tiene frenos, ni en sus propios dirigentes.