Tren Maya: ¿beneficio para la comunidad o el mercado?

Pros y contras del megaproyecto. Fotografía: Aide Gómez| Gaceta Políticas
El objetivo del megaproyecto del Tren Maya es impulsar el desarrollo socioeconómico en la zona de la península de Yucatán del país, así lo indica el gobierno actual. Sin embargo, habrá que preguntarse quién realmente se beneficiará con esta iniciativa.
¿Desarrollo para la comunidad o para el mercado?
Además del extractivismo, la agroindustria, la hiper urbanización, hay dos maneras más de afectar a la naturaleza: la construcción de mega infraestructura y la bio mercantilización. Estos últimos, impulsados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrado, van de la mano del modelo capitalista, pues convierten a los ecosistemas en mercancía.
Con este cambio se rompe el trabajo colectivo de las comunidades, es decir, hay una descomunización de los pueblos y se insertan en la lógica del mercado, señaló el doctor Enrique Pineda, docente de la Facultad, durante su participación en la conferencia, Desplazamientos forzados, tránsitos convulsos y resistencias: a propósito de las caravanas/éxodos, la frontera sur y el Tren Maya.
Por ello, la implementación del proyecto Tren Maya, más que un beneficio para las comunidades es un despliegue del mercado en las poblaciones indígenas, al cual se suman los efectos contaminantes que trae consigo el turismo internacional, es decir, la hiper movilidad de la población mundial a zonas turísticas.
Consolidación de zonas económicas especiales
Pensar que la construcción del Tren Maya disminuirá la pobreza de la zona a través de un proyecto verde y sustentable sólo es una cara de la moneda de las dos que tiene de fondo la iniciativa.
La otra cara, en realidad, pretende incrementar el empleo, la economía y la productividad de cinco zonas económicas especiales ubicadas en la península, que en su momento, gobiernos de antaño pretendieron impulsar, ejemplos: el Plan Puebla Panamá o el Corredor Transístmico, que conecta Veracruz con Oaxaca.
Sin embargo, más que beneficios para la población en general estos megaproyectos incrementan la desigualdad en la zona, impactan negativamente al medio ambiente. Socialmente, este plan pretende frenar el flujo migratorio; antes llamaban a esto cinturones de control, ahora se denominan circuitos de desarrollo.
Tren Maya, sin mayas
Así, la construcción de este proyecto económico debe cuestionarse, ya que su lógica de desarrollo capitalista no comulga con la comunal de los pueblos que habitan la península de Yucatán. Por ello, repensar el concepto de desarrollo y el modelo civilizatorio es una tarea que queda pendiente, concluyó el ponente.