Servicio Exterior, trinchera para luchar por México
Por Juan Carlos Angulo Martínez

Emb. Rosaura Leonora Gutiérrez. Foto Embajada de México
A fin de dar a conocer de manera cercana y de viva voz cómo es el mundo del Servicio Exterior Mexicano (SEM), sobre todo para quienes desean hacer carrera diplomática, pero también para los interesados en el tema, la embajadora en la República Checa, Rosaura Leonora Rueda Gutiérrez, participó en las Charlas de café, organizadas por el Centro de Estudios Europeos de la Facultad.
En una amena conversación, la invitada reseñó que ingresó al SEM en 1973, donde se ha desempeñado, además del actual cargo, como cónsul en Nueva Orleans, Luisiana, así como titular en las embajadas de Jamaica y Nueva Zelanda.
Recordó que estudió en la FCPyS de 1975 a 1979, además de que cursó la maestría en Economía y diversos diplomados en instituciones nacionales y extranjeras. Precisamente, sobre su experiencia como alumna de nuestro plantel, Rueda Gutiérrez indicó que fue maravilloso, porque ya trabajaba en Relaciones Exteriores, donde entró antes de los 18 años.
Acerca de cómo llegó al Servicio Exterior, mencionó que cada año o dos, la SRE emite una convocatoria, se cubren requisitos para pasar varias etapas y quienes quedan deben tomar un curso en el Instituto de Estudios Diplomáticos “Matías Romero”, a fin de empezar como tercero, segundo o primer secretario, luego llegar a ministro y embajador, y cada escalón se debe superar mediante un examen.
Con este contexto, la ponente destacó que para seguir este camino se debe tener vocación de servicio y conciencia de servidor público, tener una mentalidad de simpatía y congruencia entre el conocimiento teórico y la práctica.

Emb. Rosaura Leonora Gutiérrez. Foto: Kevin Stent/DominionPost
Luego de afirmar que ésta es una carrera donde se cumplen instrucciones y se mantiene una disciplina, comentó que en ésta hay muchos retos y éstos se presentan llegando a cada país, donde siempre surgen nuevos problemas a solucionar. Evocó que, ciertamente, uno de sus mayores retos fue tratar de compaginar la vida familiar con la profesional, pues debe haber una negociación, convencer a los maridos, organizarse con los hijos, pues a los cuatro o cinco años hay cambio de país, además de que compaginar los estudios es complicado.
En cuanto al tema de discriminación, señaló que ella no la ha experimentado, aunque sí existe, así como el respeto. Sobre cómo ha vivido la pandemia, dijo que en la sociedad Checa las personas son muy disciplinadas, y la embajada no se cerró ni un día, por lo que siempre se ofreció información a los mexicanos que necesitaban regresar al país.
Recordó que los idiomas, principalmente el inglés y francés, son esenciales en el mundo, aunque también el chino mandarín, el alemán y el español.
Finalmente, aconsejó a los estudiantes de Relaciones Internacionales a que no sueñen, sino trabajen y estudien mucho, que no olviden que ingresar al SEM es una trinchera para luchar por México y por los compatriotas que están fuera. Asimismo, no deben pensar en ser embajadores, sino ir por cada uno de los escalones, pues ser diplomático es una forma de vida.