Sebastián Hurtado, alumno de la FCPyS, gana el Concurso Fósforo
Por David Cabrera

Sebastián Hurtado Testa. Foto: David Cabrera.
Deshilando luz: el cine como medio para invocar espíritus, es el título del ensayo con el cual Sebastián Hurtado Testa, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, ganó el primer lugar del 15° Concurso de Crítica Cinematográfica Alfonso Reyes «Fósforo», en la categoría de «Licenciatura».
En esta competencia, que busca reconocer y visibilizar nuevas propuestas en el cine de no ficción, el escrito de Sebastián fue uno de los más emotivos y conceptualmente complejos, en tanto explora la memoria y la muerte, desde un lugar personal muy profundo.
En entrevista para Gaceta Políticas, Hurtado subrayó el proceso afectivo que implicó su colaboración, pues está construida como un “ensayo visual sobre la muerte y la memoria”. Es una reflexión sobre la película «Deshilando luz», donde la reminiscencia, el duelo y la ausencia están presentes, pues la protagonista se adentra en el archivo de su madre fallecida, a medida que deshila y elogia los trazos de su existencia.

Ceremonia de premiación del 15° Concurso de Crítica Cinematográfica Alfonso Reyes «Fósforo». Foto: David Cabrera.
El también cineasta enfatizó que no se trata de una simple evocación nostálgica, sino de un ejercicio de reflexión acerca de la manera en que los registros visuales permiten reconstruir no sólo la imagen, sino también la voz y la presencia de quienes ya no están. En el caso de la cinta que analizó, dijo que el principal valor del archivo reside en la posibilidad de “mirar a través de los ojos de la madre”, es decir, de observar el mundo y a las personas desde la sensibilidad y la perspectiva de quien dejó estas huellas. Este diálogo entre el pasado y el presente, entre la madre y la hija, se convierte, así, en el eje narrativo y estético de su ensayo.
En la conversación, Hurtado señaló: “No solo vemos cómo la madre percibía el mundo, sino también cómo la hija la ve a ella, y cómo, a través de ese ejercicio, logra una forma de reencuentro y de despedida”. Este ensayo, por tanto, no es únicamente un testimonio personal, sino una exploración universal sobre la ausencia, el duelo y la potencia del cine para reconstruir procesos de pérdida. En este marco, Hurtado también resaltó la honestidad con la que se aborda la muerte de una madre, evitando los lugares comunes de la tragedia, para centrarse en los pequeños detalles de la vida cotidiana, la risa compartida, los silencios y los gestos mínimos que componen la memoria afectiva.

Alumnos triunfadores y académicos de la UNAM. Foto: David Cabrera.
Asimismo, el ensayista destacó la relevancia de los archivos personales en la creación cinematográfica contemporánea, especialmente en una época donde lo íntimo y lo doméstico adquieren un nuevo valor como fuentes de análisis social y estética. El ensayo, lejos de encerrarse en el ámbito privado, propone preguntas sobre la construcción de la identidad, la transmisión generacional de los afectos y el papel de la imagen en la preservación de la memoria. En sus palabras finales, Hurtado subrayó que este premio es, ante todo, un reconocimiento al coraje de quienes se atreven a mirar hacia adentro y compartir esa mirada con el mundo.
El triunfo de Sebastián Hurtado en el Concurso Fósforo constituye un ejemplo del poder del cine de archivo para producir nuevas formas de narrar la memoria y la ausencia. En una sociedad marcada por el ritmo vertiginoso y la inmediatez, este tipo de ejercicios recuerdan la necesidad de detenernos, observar y reconstruir nuestras historias desde la ternura y la honestidad.