Rusia-Ucrania, dos años de una guerra que desgarra
Por Elizabeth Flores

Foto: La Jornada.
El 24 de febrero de 2022 pasará a la historia como el día en que la paz se vio desgarrada en Ucrania. En una escalada sin precedentes, el ejército ruso sorprendió a las y los habitantes de esta nación con una invasión brutal y devastadora. Desde entonces, la agresión del gobierno ruso ha sido implacable, intensificando su ofensiva en el corazón mismo de Ucrania. Las ciudades han sido bombardeadas, los hogares destruidos y la población civil se encuentra en medio de una crisis humanitaria de proporciones catastróficas.
A dos años, este conflicto bélico sigue siendo un tema de preocupación tanto a nivel local como mundial. La extensión de la guerra y el impacto en los recursos y políticas públicas continúan evolucionando y requieren una atención cuidadosa por parte de la comunidad internacional.

Luis Antonio Huacuja, Dámaso Morales, David Nájera y José Joel Peña. Foto: Manuel Ávila.
Al respecto, en la FCPyS se llevó a cabo la mesa redonda Ucrania, a dos años de la invasión: ¿qué viene a futuro?, con la participación del maestro David Nájera, quien fue embajador de México en Hungría (2017 a 2021); el maestro Luis Antonio Huacuja, responsable del Programa de Estudios sobre la Unión Europea de la UNAM, y el doctor José Joel Peña, docente de la FCPyS.
El profesor Joel Peña destacó que la decisión de Rusia de invadir a Ucrania se ha calificado como una guerra de agresión, pues contraviene el artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas, el cual establece que los miembros de la ONU deben abstenerse de recurrir o amenazar con el uso de la fuerza en sus relaciones internacionales para la solución de controversias. Así, la acción rusa representa, por lo tanto, una clara violación de este principio fundamental del derecho internacional.
Asimismo, resaltó que otro principio esencial del derecho internacional, el respeto a la integridad de los estados, ha sido ignorado con esta invasión. Cada estado tiene la responsabilidad de respetar la soberanía y la integridad territorial de otros, para coadyuvar a la estabilidad y la paz mundial.
A medida que el conflicto en Ucrania continúa, surgen preocupaciones sobre las posibles consecuencias a nivel internacional. El embajador David Nájera brindó información contextual sobre la guerra, que está consumiendo alrededor de doscientas mil municiones al mes, de calibre 120, destinadas a cañones. De igual modo, planteó interrogantes sobre los recursos necesarios para mantener esta máquina bélica en producción y los impactos que esto conlleva en la economía y las políticas públicas.

Foto: Manuel Ávila.
Este conflicto no sólo involucra a dos países en guerra, sino también expone las profundas diferencias ideológicas y estratégicas que existen a nivel global. La confrontación entre estos modelos económicos y políticos plantea interrogantes fundamentales sobre el futuro de las relaciones internacionales y la estabilidad geopolítica.
En su momento, Luis Antonio Huacuja ofreció una valiosa reflexión sobre este conflicto, que ha trascendido las fronteras de dos naciones para convertirse en un punto de confrontación crucial entre modelos económicos y políticos opuestos, representados por Rusia y Occidente.
«La neutralidad no significa indiferencia”, subrayó el expositor y agregó: en este conflicto que desgarra vidas y desestabiliza regiones, la postura neutral no es un refugio cómodo, sino un llamado a la acción responsable. Que la neutralidad en esta guerra no sea una mera posición pasiva, sino un compromiso activo por la justicia y el respeto a la vida humana.
La sesión fue moderada por el maestro Dámaso Morales, coordinador del Centro de Estudios Europeos (CEE) y organizador de la conferencia.