Rosario Castellanos, mujer empoderada

Rosario Castellanos. Foto: GOB México
Por Gloria Aguilar
En un contexto inequitativo para la mujer, un mundo en pugna que apenas se recuperaba de convulsiones y un país con conflictos sociales estudiantiles que marcaron su historia, surge la imagen de Rosario Castellanos, no como escritora y poeta, sino como diplomática mexicana, con matices críticos y una gran conciencia social que dan brillo a su personalidad.
Como parte del ciclo, Actores del diseño y ejecución de la política exterior mexicana, se presentó la conferencia: «Rosario Castellanos, de las letras a la diplomacia», con la participación de la licenciada Itzayana Dorantes, y con los comentarios de las doctoras Rosa Isabel Gaytán y Marlene Alcántara.

Licenciada Itzayana Dorantes. Foto: Ilse Cruz
Dorantes se refirió al origen de la escritora y diplomática mexicana, nacida el 25 de mayo de 1925 en la Ciudad de México. Apuntó que la vida de Rosario transcurrió en el Estado de Chiapas, remarcando su amor por los pueblos originarios y sus costumbres; estudió la licenciatura en Filosofía en la UNAM, y de ahí se fue destacando en el mundo de las letras.
Agregó que, fue una mujer con una arraigada conciencia crítica, trabajó como columnista en el periódico Excélsior. En 1970 se propusieron a cinco diplomáticos para ocupar las embajadas en distintos países, una de ellas fue Rosario Castellanos, única mujer en ocupar, desde el 25 de enero de 1971, un cargo exterior representando a México.
“La experiencia para mí es enriquecedora en muchos aspectos. Desde el punto de vista intelectual me enseñó estar en contacto con un pueblo que está integrándose; uno puede observar procesos de gente que viene desde los sitios más opuestos geográficamente, de los niveles más bajos o más elevados que conviven y tienen que afrontar una misma situación. Este fenómeno, si se ha dado otras veces en la historia, no lo conozco y nunca habia asistido a una visión así; creo que ha sido importante para mí”, declaró Castellanos al ser entrevistada sobre sus vivencias en Israel.

Doctora Rosa Isabel Gaytán. Foto: Ilse Cruz
La ponente también habló sobre este encargo diplomático, otorgado por el presidente de México en turno, Luis Echeverría. Señalo: “me encomendó de una manera muy especial una tarea que me dedico a cumplir con el mayor de mis entusiasmos… es la de estrechar los nexos que unen a Israel y a México, dos pueblos que han luchado a lo largo de su historia para sobrevivir con dignidad, que han creído en la justicia más que en la fuerza, que han mantenido y siguen manteniendo incólumes los ideales de autodeterminación política, independencia y autonomía cultural”.
Por su parte, Rosa Isabel Gaytán y Marlene Alcántara reconocieron la trayectoria de Rosario Castellanos, mujer que supo conjuntar la vida diplomática con las letras, quien trascendió como poetisa y escritora, pero también como embajadora en Israel, país donde falleció en 1974, dejando un gran legado como mujer, luchadora social y política.