Revolución Rusa, gran acontecimiento del siglo XX

Embajador de Rusia en México, Eduard R. Malayán. Fotografía: David Fernández| Gaceta Políticas
La conmemoración del centenario de la Revolución Rusa de 1917 se percibe como ambigua, pues hay opiniones encontradas; algunos la califican como un logro muy avanzado y otros como un hecho que interrumpió el proceso de desarrollo y con resultados poco favorables.
Así lo señaló el embajador de Rusia en México, Eduard R. Malayán, en la conferencia magistral: Conmemoración del centenario de la Revolución Rusa, en el auditorio Pablo González Casanova, en la cual estuvo acompañado por los doctores Angélica Cuéllar, directora de la Facultad; Alberto Vital, coordinador de Humanidades, y María del Carmen Contijoch, directora de la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción.
“Hoy en día en Rusia no existe una idea clara de lo que fue la revolución, y se espera que esto cambie”, expresó Malayán; agregó que en un discurso reciente el presidente Vladimir Putin dijo que 2017 es el año del centenario del hecho, lo cual significa una oportunidad para hablar del tema, pues la sociedad necesita un análisis imparcial de lo sucedido en la revuelta.
Sin embargo, a pesar de todo, la Revolución Rusa es uno de los acontecimientos más importantes del siglo XIX, sostuvo el diplomático. “No se puede negar que la revolución intentó cambiar el desarrollo de todo el mundo”; por ello, cuestionarse cuál es el carácter es vital, ya que otras naciones como Francia o Inglaterra sólo cambiaron con sus movimientos sociales de un sistema de explotación a otro. En cambio, con su revolución Rusia eliminó la explotación, resaltó.
“La revolución de octubre mostró que son posibles los cambios; creó un Estado socialista, es decir, el primer sistema mundial de socialismo, y nos guste o no es un hecho histórico». También inició la transformación del proceso capitalista, ya que los obreros contaron con pensiones, seguro social y se reglamentaron las horas de trabajo, explicó el ponente y precisó: “sólo una persona ignorante puede negar los logros del socialismo”.
Recordó que la sociedad rusa se dividió en dos: los blancos que apoyaban al zarismo y los rojos, inclinados por la revolución; fueron años difíciles para los rusos por la escasez de alimentos y otros bienes. En ese sentido, la historia es importante para la reconciliación entre la sociedad y la política.
Sobre la caída de la Ex Unión Soviética comentó que entre los factores que llevaron a esta situación fueron el monocentrismo para la toma de decisiones; el desbalance económico, ya que se destinó mucho dinero para alimentar la carrera armamentista; y en los años 30, con el régimen totalitario hubo muchas muertes, censura, restricciones para los viajes al extranjero y falta de alimentos.
Mencionó que es interesante que el 60 por ciento de la población rusa, después de 25 años, recuerda con nostalgia la Unión Soviética; sin embargo, se estableció un nuevo sistema político que puede gustar o no, pero “Rusia está firme”. Es un hecho que el bienestar popular ha crecido, el presidente tiene la aprobación de la población porque preserva la dignidad, la estabilidad y el crecimiento social.
Para finalizar, la doctora María Cristina Rosas, académica de la Facultad, reiteró que la Rusia de hoy es el resultado de su historia y ha inspirado a otros movimientos. Rusia tiene logros y desafíos, estos últimos relacionados con problemas demográficos, con la modernización de su sector industrial, ya que depende en su totalidad de los hidrocarburos; también enfrenta delincuencia organizada, todo lo cual son retos que deberá sortear.