Resistencia y organización social rural

Fotografía: Aide Gómez| Gaceta Políticas
Bajo el eje: Resistencias y organización social rural, tema del 12° Congreso Nacional de la Asociación Mexicana de Estudios Rurales, se discutieron asuntos sobre el campo mexicano, así como las distintas formas de organización social y los procesos de resistencia de la extensa diversidad existente en el territorio mexicano.
Formas de organización y resistencias locales
José Alfredo Pineda Gómez, profesor de la Universidad Autónoma de Guerrero, habló sobre las actuales comunidades indígenas en dicho estado y el papel de los actores sociales que viven en resistencia en esa zona del país.
Luego de informar que en el lugar existen 52 municipios en pobreza extrema, ubicados en las montañas y la sierra, valoró la persistencia que mantienen los pueblos de esa región por mantener y reforzar su identidad cultural, pues resisten un conflicto político que lleva años en la región. De ahí la importancia, añadió, de ubicar las condiciones presentes en que se vive en la zona, pues ésta lleva años en alerta roja.
También se refirió a la lucha que realiza día con día la policía comunitaria de Guerrero, pues da muestra de una autentica organización campesina e indígena que contiende por sus derechos humanos ante la depredación y el despojo de algunos proyectos mineros. Así, precisó que el proceso de resistencia se ha venido construyendo desde hace más de 25 años.
Por su parte, Agustín Aguilar Méndez, antropólogo e investigador del Colegio de San Luis Potosí, mencionó que “la resistencia indígena en la defensa de sus derechos, recursos, territorios y autonomía ha logrado éxitos notables frente al capitalismo salvaje”. De igual modo, destacó el papel de los pueblos indígenas por lograr ser verdaderamente reconocidos ante la Constitución como comunidad, colectividad y sujetos con derechos políticos.
Advirtió que “si la cuarta transformación quiere avanzar en serio debegenerar una política o un programa para el reconocimiento legal, ya que sin eso sólo serán buenas intenciones”.
En su turno, María Sánchez Álvarez, activista en procesos políticos y sociales de la región Zoque de México, analizó la acción de la mujer indígena en la defensa de las tierras. Alertó sobre las dificultades de mantener una vía activa en la vida pública, sobre todo porque las condiciones de seguridad y servicios de salud del lugar, entre otras, son complicadas.
Señaló el buen trabajo de las pequeñas cooperativas, es decir, de la red de mujeres Zoque para defender la tierra ante algunos grandes proyectos que han intentado apropiarse de ella. Asimismo, explicó que el Estado ha tratado de vender a esta comunidad “un discurso de desarrollo”, sin considerar lo que aquí se entiende por ese término, sin percatarse que “el pueblo no ha decidido qué es el desarrollo, pues incluso éste no nos conviene”.
Finalmente, comentó sobre los procesos de lucha en donde la participación de las mujeres es muy importante, pues es a favor de sus derechos políticos y el reconocimiento de su identidad para reconstruir la historia, a través de una visión de resistencia, lucha y organización social.
Por último, Carlos Chable, cronista, investigador y actor social de Yucatán, indicó que lo grandes “mega proyectos”, como el Tren Maya, son enormemente agresivos para la región. Dijo que las llamadas “energías verdes” se han tratado de vender como energías limpias, pero son dañinas para el medio ambiente,contaminan y afectan la biodiversidad de los alrededores.
Aseveró que se debe luchar por un “buen vivir”, en tanto que el proceso de resistir no debe normalizarse en las comunidades indígenas, y que los grandes proyectos de la cuarta transformación son un grave problema para lo pueblos originarios.