Repensar el modelo de enseñanza-aprendizaje: un reto de la crisis pandémica
Por Fotios Messados

Gloria Ramírez. Fotografía: Gilberto Morán| Gaceta Políticas
Estamos en una transición: la pandemia y el confinamiento impusieron cambios en el modelo de enseñanza-aprendizaje tradicional, concluyeron los participantes del encuentro Ventanas de reflexión docente, organizado por el Centro de Estudios Teóricos y Multidisciplinarios (CETMECS) de la Facultad, el 21 de abril.
A partir de diferentes puntos de vista, los académicos y profesores de distintos espacios coincidieron en que la crisis pandémica creó varias dificultades y retos en el proceso de enseñar y aprender y, a la vez, abrió nuevas posibilidades.
Desde la perspectiva de género, la doctora Gloria Ramírez, docente de nuestro plantel, afirmó que “el impacto diferenciado para mujeres y niñas y la profundización de las desigualdades que ha borrado los avances de las mujeres”, debido a la crisis, es lo que impone un nuevo enfoque más inclusivo para ellas. La crisis nos obliga “a pensar qué podemos hacer para reconstruir un nuevo modelo educativo”, porque no hay respuestas simples, sino una realidad compleja, precisó.
Carlos Omar Márquez, de El Colegio de México, destacó “la necesidad de una transformación educativa” en la que se mezclen los medios de enseñanza hacia la creación de un aprendizaje “híbrido”, donde la tecnología se aproveche para cumplir objetivos educativos. Para Márquez, “la tecnología es idear cómo hacer algo”, incorporando nuevos métodos de enseñanza.
Para la doctora Guadalupe Vadillo, de la Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia (CUAIED) de la UNAM, un aspecto central en el proceso enseñanza-aprendizaje es el equilibrio socio-emocional, donde entran en juego factores sociales, mentales, psicológico-emocionales y neurológicos. En este marco, los profesores deben esforzarse en la formación de estudiantes “profesionales”, con habilidades y hábitos autodiagnósticos y metacognitivos.
La doctora Jackeline Bucio, también de la CUAIED, dijo que la presencia social y cognitiva, así como la figura del docente son elementos vitales en la educación en línea. Detalló que “es necesario un tránsito fluido entre lo presencial y lo virtual para lograr la presencia social”, y que se debe trabajar en una enseñanza integradora que brinde motivación, autonomía y la posibilidad de elección al estudiante.
Finalmente, los participantes coincidieron en que la complejidad de la nueva situación impone la búsqueda de nuevas estrategias, enfoques y métodos, holísticos e interdisciplinarios, en torno a la enseñanza-aprendizaje; es decir, herramientas que respondan mejor a las exigencias educativas en la crisis.