Racismo, ancestralidad y resiliencia
Por Karla Fernández

Congreso AMEC. Fotografía: Messados| Gaceta Políticas
A pesar de la discriminación, Montreal se ha convertido en el centro editorial, intelectual y espiritual de la vida de muchos haitianos, pues en esta ciudad, a través de la movilización de los caribeños, se han establecido bibliotecas, empresas de publicaciones y universidades, que han dado a esta comunidad una identidad en el país del norte, lo cual se considera como un gran avance, acorde con la noción de un Canadá multiculturalista.
Lo anterior fue explicado el 26 de abril por el doctor Frantz Voltaire, presidente del Centro Internacional de Documentación e Información Haitiana, Caribeña y Afrocanadiense (CIDIHCA), en la conferencia magistral: “Historia de la migración haitiana en Canadá ,1958-2018”, del XXII Congreso Internacional de la Asociación Mexicana de Estudios del Caribe (AMEC): racismo, ancestralidad y resiliencia.
El investigador expuso las razones por las cuales la población haitiana se vio en la necesidad de migrar hacia la provincia canadiense de Quebec. Detalló que en el siglo XIX, las razones más importantes fueron el aislamiento de Haití, dado el embargo de las potencias coloniales; la deuda adquirida desde su independencia de Francia; y la ocupación militar norteamericana, cuya finalidad no sólo fue buscar el control de la ruta de Panamá, sino también la incorporación de la mano de obra haitiana en las plantaciones azucareras y cafetaleras de la Republica Dominicana y de Cuba.
En los años sesenta, los haitianos tuvieron dificultades para ingresar a Canadá, debido a que éste tenía una política de migración basada en el “Keep Canada White”, que limitaba la entrada de personas no europeas; sin embargo, Quebec logró un mayor control sobre dicha política, lo cual permitió el ingreso del primer grupo de haitianos en Montreal, quienes consiguieron trabajo en el sistema educativo y de salud.
El expositor mencionó que la primera ola migratoria haitiana se enfrentó a cierto racismo, pero no fue tan marcado debido a que se trataba de un grupo mejor calificado que la minoría quebequense. Por el contrario, la segunda ola fue considerada como masiva y menos educada, además de que buscó ingresar al país clandestinamente; no obstante, al no recibir el mismo trato y ser ubicados como habitantes temporales, éstos protagonizaron una lucha por contar con una residencia permanente, lo cual se alcanzó en 1980, con la legalización de su estancia, aun cuando les siguió dando un trato de minoría exiliada y no se les permitió tener una mayor representación política
Actualmente, Canadá se distingue por ser una nación multicultural que permite la integración de los migrantes de manera legal. Empero, Quebec se opone a esto, ya que no pretender verse como como una minoría más, sino como una mayoría nacional, razón por la que persiste un racismo de los quebequenses franceses y se delinean dos polos, uno francés y otro negro.
En la apertura del foro estuvieron presentes los maestros Rubén Ruiz Guerra, director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, de la UNAM, y José Román Ruiz, rector de la Universidad Autónoma de Campeche (UACAM), así como los doctores Nayar López, coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos de la FCPyS y Jesús Serna, presidente de la AMEC, quien expresó que la población del Caribe ha sido víctima de racismo de una manera alarmante en el contexto internacional.