Periodismo constructivo y de soluciones
Por Sandra Morales
Ilustración: José A. García
El periodismo de soluciones surgió cuando quedó claro que no era idóneo sólo denunciar lo que estaba mal, sino imprescindible prestar atención a lo que sí funciona, ya que el exceso de negatividad paraliza; pero también nació ante la necesidad de equilibrar la realidad y exponer que se pueden tomar diferentes caminos para aportar esperanza.
Lo anterior se apuntó en una conversación entre el maestro Alfredo Casares Corrales, autor del libro, La hora del periodismo constructivo, y la licenciada María Antonieta Barragán Lomelí, coordinadora del Diplomado de Periodismo Especializado de la Facultad.
En la sesión, cuya dinámica consistió en que la profesora Barragán entrevistó a Casares, éste precisó que el periodismo de soluciones utiliza una metodología rigurosa para sistematizar las posibles rutas o maneras para arreglar un problema, y mira al pasado para cuestionar. También añadió que, de hecho, este tipo de labor forma parte del periodismo constructivo, el cual se conceptualiza como una actividad más profunda, dado que responde a la necesidad de superar la división social, dar voz a la sociedad y promover los espacios de conversación pública, es decir, inspira a la acción y mira al futuro, de acuerdo con lo que está ocurriendo en la sociedad, y con iniciativas aplicables para conseguir las mejorías que buscamos.
Mtro. Alfredo Casares
Explicó que su libro recoge el valor que tiene este periodismo e hizo un llamado a que se practique en mayor medida, pues su objetivo es acreditar logros con fuentes independientes, mostrar avances cualitativos y cuantitativos, analizar a fondo los acontecimientos y buscar soluciones detalladas a conflictos con acciones concretas.
Indicó que una gran aportación de este periodismo es la Solutions Journalism Network (Red de Soluciones del Periodismo) de Estados Unidos, que cuenta con una sistematización de información muy útil, propicia para tratar y comprender importantes limitaciones de la sociedad, analizar fallas y fracasos, y mejorar el aprendizaje.
Al responder a una pregunta de Barragán sobre los estigmas de este tipo de periodismo, al ser llamado comúnmente “periodismo blandengue y facilón”, el entrevistado mencionó que en el ámbito profesional tales estigmas no se aplican, toda vez que a través de él se han encontrado soluciones concisas a diversas problemáticas sociales, siendo este método de indagación de gran ayuda.
Aún más, Alfredo Casares agregó que incluso el periodismo constructivo genera esperanza, pues mediante esta labor se pueden resolver problemáticas relevantes, además de que se basa en valores, denuncia comportamientos irregulares y no criminaliza a personas, lo cual genera un impacto social positivo, que podemos tomar como un camino para contribuir a la evolución del periodismo de investigación.
