Paz, seguridad y desarrollo en el nuevo orden mundial
Por Karina Alavez

Edición: José A. García
Al inaugurar las Trigésimas primeras mesas de análisis, La imperiosa necesidad de la triada indisoluble: paz-seguridad-desarrollo en la reconfiguración del orden mundial, el doctor Edmundo Hernández-Vela, profesor emérito de la FCPyS, resaltó la importancia de este evento, ya que por 16 años ha sido foro de destacados internacionalistas e investigadores, no sólo de nuestro plantel, sino de instituciones privadas y de otras especialidades.
En su participación, el catedrático también invitó a los presentes al diálogo y a la crítica constructiva, a fin de impulsar la Escuela Mexicana de Pensamiento Político Internacional y de Relaciones Internacionales, de la cual es promotor desde la década de los setenta.

Mtra. María de los Ángeles Meneses. Foto: Metzi Rodríguez
La maestra María de los Ángeles Meneses, de la FCPyS, inició el análisis acerca de la reconfiguración del mundo actual. Aseveró que existe una crisis multidimensional y definió la situación actual como propicia para recrudecer y generar la violación a los derechos humanos y la reproducción de la violencia imperante.
En este contexto, subrayó que la triada: paz, seguridad y desarrollo “están íntimamente conectados, pues lo que acontece en un renglón de éstos repercute en los otros dos de forma multidimensional, de tal manera que estas “relaciones siempre trialécticas”, potencializan las consecuencias.
El doctor Adrián García Saisó, docente del plantel, habló sobre la importancia del tema de la salud en el acontecer mundial. Destacó la desconexión entre los intereses públicos y privados y cuestionó la falta de acciones del programa COVAX (Fondo de Acceso Global para Vacunas contra Covid-19). Dijo que en los países ricos, hasta un 98% de la población ya cuenta con dosis de refuerzo, en contraste con las naciones pobres, que aún siguen sin recibir vacunas.
Otro de los puntos subrayados por el académico fue la competencia de las farmacéuticas por la patente y distribución de sus vacunas alrededor del mundo. Explicó que con las nuevas variantes del Sars-Cov-2 se incrementa no sólo la lucha entre estas compañías, sino también la preocupación de las autoridades sanitarias por el riesgo de enfrentar una nueva crisis sanitaria.

Dr. Adrián García Saisó. Foto: Metzi Rodríguez
Por otro lado, enfatizo que “la denominada triada: paz, seguridad y desarrollo, no podrá avanzar en términos reales mientras no se conciba un modelo económico diferente al actual, dependiente de la globalización y la exagerada interdependencia de las naciones, que en una carrera sin fin, recrudecen la sobreexplotación de los recursos naturales, con sus evidentes efectos en la humanidad y el planeta en general”.
A través de un recorrido histórico, la doctora Rocío Arroyo Belmonte, del Centro de Relaciones Internacionales (CRI), reconoció la relevancia y el vínculo de la cultura con cada uno de los pilares de la triada señalada, así como su posible integración como un cuarto elemento de la misma, sobre todo en un país como México, con un amplio patrimonio cultural y gastronómico.
La docente agregó que “la cultura sí es un gran reto, pero al mismo tiempo es una gran arma para la reconstrucción social, y por lo tanto, para replantear esta triada”.
Con base en el mismo triángulo, la maestra Mayra López Díaz, también del CRI, se refirió al papel de las mujeres en la pandemia. Dijo que aun cuando siguen siendo minoría, son líderes y una parte fundamental no sólo en la contingencia sanitaria sino en el nuevo orden mundial.

Mtra. Mayra López Díaz. Foto: Metzi Rodríguez
Reconoció que durante el confinamiento se incrementaron las cifras de violencia contra las mujeres, desde acoso hasta violación de sus derechos humanos, lo cual generó una de las crisis humanitarias más graves de la historia. En este marco, citó al activista Nelson Mandela, quien afirmó que “mientras las mujeres estén atadas a la pobreza, los derechos humanos no tendrán sentido”, al tiempo que puntualizó que dichos derechos son inherentes a todos los seres, sin distinción de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua o religión.
De este modo, recalcó la importancia de las mujeres como agentes de cambio y paz duradera, “ya que somos quienes transmitimos a la comunidad los nuevos valores”.
Finalmente, la académica hizo hincapié en la necesidad de cumplir a cabalidad los objetivos de desarrollo sostenible, pues todos van encaminados a fortalecer las acciones multilaterales de cooperación y a lograr algo que en derecho internacional público se llama justicia restaurativa.