Para EU, Cuba es una manzana madura para aprovecharse
Por Fotios Messados

Imágenes: Pexels
La complejidad del fenómeno migratorio de Cuba hacia Estados Unidos y de sus flujos, fue abordada por el profesor Jorge Hernández Martínez, doctor en Ciencias Históricas y licenciado en Sociología en la Universidad de La Habana, en el seminario Estados Unidos, Cuba y la migración actual, organizado por el Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA).
El actual movimiento de migrantes de Cuba hacia Estados Unidos debe ser entendido en un contexto socioeconómico, cultural, geográfico y, al mismo tiempo, histórico, pues es un fenómeno regional del Caribe; sin embargo, también forma parte del flujo continental de personas de toda América Latina que van hacia la potencia del norte. En el caso de Cuba, esta nación proporciona —parafraseando a Eduardo Galeano en su célebre libro, Las venas abiertas de América Latina— fuerza de trabajo barata para la reproducción del capital en EU, igual que en otras épocas América Latina abastecía de materias primas a los centros coloniales, aseveró el ponente.
Este proceso, al que calificó como “robo de cerebros”, consiste, dijo, en “una migración calificada” y joven; por ello, no es de extrañar que el fenómeno migratorio sea aprovechado e instrumentalizado por parte de Estados Unidos con motivos económicos, políticos e ideológicos, ya que allá se considera a Cuba y al Caribe como una “manzana madura”, que debe aprovecharse.

Dr. Jorge Hernández: Foto: Aracely Ramírez
Después de subrayar que la anterior es, precisamente, la visión de la poderosa nación frente a sus vecinos inmediatos, en la cual subyace su política exterior, el experto apuntó que dado el envejecimiento de la sociedad cubana, la fuga de mano de obra calificada y el “proceso migratorio en permanente desarrollo”, el gobierno de la isla caribeña, que surgió de la revolución de 1959, tiene un urgente reto por afrontar.
Explicó que en la fuga de mano de obra calificada inciden las dificultades económicas y sociales presentes en Cuba, pues sin atenuar o embellecer la realidad de la economía interna, es un hecho que existen problemas; empero, precisó, en este asunto también influye el papel negativo de la agresiva política norteamericana hacia la Isla.
La instrumentalización de la migración como arma política, ideológica y económica por parte de Estados Unidos en los desacuerdos bilaterales con Cuba, junto al bloqueo económico, empeorarán las cosas, puntualizó el ponente; aún más, agregó, lejos de resolver el asunto, la gestión del presidente Joe Biden parece moverse por el mismo sendero que el de su predecesor Donald Trump.
Jorge Hernández detalló que hoy en día existe «una paralización de los puntos esenciales de los acuerdos migratorios» y una ruptura de las relaciones diplomáticas, por lo que la dinámica en las relaciones entre los dos países es «conflictual».

Participantes. Foto: Aracely Ramírez
Resaltó que aun cuando en Estados Unidos viven «más de dos millones de personas de origen cubano» y hay «un crecimiento de 84% de la migración en relación con el año 2000, el fenómeno no es nuevo»; incluso, pese a que la mayoría cree que la migración cubana empezó con la revolución de 1959 o con el período especial de principios de la década de los noventa, en realidad, rastros de este flujo se registran desde el siglo XIX.
Abundó que en el presente lo que ha cambiado son las características de la «movilidad humana»; es decir, los cubanos siguen «buscando la tierra prometida» y muchos están dispuestos a arriesgar empleando a México como ruta de paso, y a vivir en un país donde crece la xenofobia, el racismo y la explotación.
Para concluir, el investigador destacó la actual gestión de Miguel Díaz-Canel en la solución del flujo de nacionales, que ha de tener como enfoque, indicó, la construcción de puentes entre los migrantes cubanos y su patria.