Neo-populismo y globalización se enfrentan en el mundo de hoy
Por Gisela Jiménez, Denzell O. Small y Ana L. Gabriel

Edición: José A. García
A más de dos años de pandemia, la sociedad global intenta retomar sus actividades ante crisis que se han agudizado, como la pobreza, los desplazamientos forzados, el crimen organizado y el deterioro ambiental, entre otras, destacó la doctora Carola García, directora de la FCPyS, en la inauguración del XLVII Coloquio Internacional de Primavera “Graciela Arroyo Pichardo”, Sociedad mundial en transición, gobernanza, conflicto y transfiguración, organizado por el Centro de Relaciones Internacionales.
La titular del plantel afirmó que la última cifra proporcionada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) supera los 800 millones de personas con hambre en el mundo, lo cual es un panorama desalentador; sin embargo, frente a realidades como ésta la disciplina de Relaciones Internacionales tiene la oportunidad de generar marcos de comprensión teórica y de praxis para incidir en una mejoría de la política mundial, y este coloquio —en el que debatieron 36 especialistas, en siete mesas de discusión, durante tres días— es útil para ello.
Alfredo González Reyes, encargado de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, de la Secretaría de Economía, subrayó la importancia del diálogo entre países, a fin de analizar los grandes problemas del planeta, donde no sólo lo económico es lo importante, sino también la protección del medio ambiente; contexto en el cual la tarea de investigación de la Universidad tiene un papel fundamental.
Aseveró que la extracción excesiva de recursos ha generado la actual crisis climática y ecológica, y que el futuro del mundo depende de cuestionar las acciones que dañan el entorno.

Dr. Carlos Ballesteros. Foto: Alan Chan
En la mesa 1, al abordar el tema del nacionalismo y el multilateralismo ante las complejidades del mundo actual, el doctor Carlos Ballesteros, internacionalista de la FCPyS, afirmó que en el conflicto Rusia-Ucrania se ve reflejada la lucha entre el neo-populismo y la globalización económica neoliberal, donde las estrategias del populismo se ven como la forma de “salvar” a la nación.
En ese aspecto, abundó, ni el trumpismo ni el putinismo son ideas novedosas, sino una respuesta a los cambios en la aplicación práctica del concepto de soberanía en la política mundial.
Al respecto, puntualizó que es necesario evitar que la soberanía se convierta en un “concepto zombi”, y si se busca mantener los progresos logrados y las ganancias evolutivas en materia de comunicación, orientación normativa y capacidades de cooperación, más allá del Estado Nación, sería bueno aceptar que el multilateralismo padece rezagos, y que en pleno siglo XXI las estrategias multidimensionales son esenciales para la gobernabilidad, por lo que abandonarlas representaría un error.
En concordancia, el doctor Roberto Peña, profesor del plantel, indicó que el antiguo término de soberanía deberá ser redefinido; que la promoción de ONGs y OIGs a escala global, permitirá fortalecer al multilateralismo, mismo que se encuentra en plena lucha contra el nacionalismo; y que el nacionalismo populista, o neo-populismo, se opone a la globalización económica liberal.

Dra. Marcela López-Vallejo. Foto: Alan Chan
Por su parte, la doctora Marcela López-Vallejo, investigadora de la Universidad de Guadalajara, indicó que una de las características del zeitgeist (espíritu de la época) del siglo XXI, los Estados no se asocian en condiciones de igualdad, pues la balanza se inclina a favor de aquellos que cuentan con mayor capacidad para hacer valer sus intereses materiales e ideológicos, lo cual se debe considerar al hacer análisis de futuros posibles.
De igual modo, alertó que la ortodoxia diplomática se muestra insuficiente ante los “nuevos multilateralismos”, que implican la introducción de agenciantes inéditos, con influencia e intereses específicos, tales como los gobiernos nacionales, entes privados multi y transnacionales, así como ONGs globales, entre otros, es decir, nuevos cooperantes que se comienza a definir en la época contemporánea como “diplomacia no tradicional”.
Añadió que la cooperación internacional cuenta cada vez con mayor apertura a actores sociales diversos, pero esto no significa la llegada de una utópica “gobernanza global”, sino procesos colaborativos entre las diversas estructuras de gobernanza, en donde habrá que replantearse ciertos supuestos legados del fin de la Guerra Fría.

Profa. Marcela Maldonado. Foto: Alan Chan
En su turno, la profesora Marcela Maldonado, de la Universidad Autónoma de Baja California, aludió al resurgimiento de diversos neo-nacionalismos, situación que no debe ignorarse, pues las instituciones sólo pueden prevalecer a las crisis internas y externas mediante un proceso de acoplamiento a las circunstancias cambiantes.
Al analizar el tema: “Migración internacional: conflicto y gobernanza”, el doctor Milton Muñoz Bravo, docente de la FCPyS, señaló que se deben considerar las múltiples causas por las que migran las personas, entre ellas los crecientes problemas ambientales y los desplazamientos forzados a causa de la violencia.
Enfatizó que en el mundo sólo un 3.6 % de la población es migrante, por lo que el conflicto real no es la migración, sino la ineficiencia para crear políticas que los beneficie, la politización electoral del tema migratorio, no entender el vínculo entre migración y desarrollo sustentable, y el resurgimiento de ultranacionalismos y movimientos xenófobos. En sus palabras: “los migrantes no son el enemigo; el enemigo es no tener las medidas suficientes para canalizar los flujos migratorios y de desplazados”.