NAICM, un análisis más allá de lo técnico

Activista Martha Pérez Pineda, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) Fotografía: Diana Rojas| Gaceta Políticas
“Un ecocidio no se debería poner a consulta”, así expuso Marcos, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, su postura respecto a la consulta ciudadana que se hará del 25 al 28 de octubre para saber cuál es la decisión de los mexicanos: continuar con la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), en Texcoco, o ampliar la capacidad del Aeropuerto de Toluca y construir dos pistas más en la base aérea de Santa Lucía.
Este fue el tema de la plática con los pueblos de Atenco y el Movimiento #YoPrefieroElLago. La charla se realizó en la Facultad y fue organizada por César Pineda, del Centro de Estudios en Sociología. Participaron el doctor en Ecología de la UNAM, Fernando Córdova Tapia; la activista Martha Pérez Pineda, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), y José Félix y Tonatiuh Oseguera, integrantes del Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER).
Los dos últimos, investigadores en el proyecto “Torre de control”, un estudio acerca del NAICM y su ámbito político-económico, hablaron de los contratos del Gobierno Federal con grandes grupos empresariales, como Grupo Carso, HICA, la constructora Coconal, el banco Inbursa y, la empresa Norman Foster, grupo donde labora el arquitecto Fernando Romero, yerno de Carlos Slim.
Los expositores calificaron como “proyecto inviable” la construcción del NAICM. Lo anterior, porque “el gasto será mayor de lo previsto”, es decir, los costos y beneficios de la construcción son desproporcionales. “El costo será mayor que el beneficio, y el dinero para financiar lo restante saldrá de nuestros impuestos”.
En su intervención, la activista Martha Pérez, que tiene experiencias directas de vida en la zona de Atenco, habló del contexto histórico de este lugar, de la organización de comunidades indígenas en el Frente de Pueblos, y del “terrorismo de Estado” que sufrieron en 2006. En ese año “sufrimos represiones y ataques por parte de las fuerzas de seguridad del Gobierno Federal” para desarticular la organización social de la zona, esto, porque en 2001 su organización logró frenar el proyecto de expropiación de Texcoco por parte del entonces presidente Vicente Fox.
Además, recordó el valor que tiene el lago de Texcoco para los mexicanos, no sólo por su tradición e historia, también, porque está en la bandera de México. “En el escudo, debajo del águila y del islote donde ésta está parada, hay un soporte de color azul, ese es el lago”. A la par de este valor simbólico, hizo una última advertencia: “está en riesgo (por la construcción del NAICM), toda la cuenca del Valle de México, la edificación no sólo afecta a los pueblos de Atenco”.
Por su parte, el doctor Fernando Córdoba puso en perspectiva este riesgo para la zona del centro del país. Comentó: “Texcoco es el última vaso regulador de agua en la Ciudad de México”, y aunque apenas va el 20% de su construcción, el daño ecológico ha sido elevado. En específico, se refirió al lago Nabor Carrillo, una zona natural que fue restaurada para la sustentabilidad de la zona metropolitana y el abastecimiento de agua, pero que ahora se está de secando para construir el NAICM, una medida que afectará el flujo de agua a mediano y largo plazo.
Otro aspecto de análisis sobre la construcción del NAICM es la contaminación del suelo y del aire. Acerca del suelo, mencionó el desgaste de la tierra debido al terreno inestable en donde se construye el aeropuerto; “es una zona que se está rellenando con material montañoso de los alrededores, es decir, se utiliza un ecosistema para matar otro”. De la contaminación del aire, indicó que las contingencias ambientales son cada vez más largas y seguidas, esto, porque no hay flujo de aire y los combustibles que se utilizan para las aeronaves es “de las más dañinas para la salud”.
El Movimiento de Izquierda Revolucionaria recordó que “los universitarios tenemos una gran responsabilidad, estar al servicio del pueblo”; por ello, invitó a participar en la marcha del 25 de octubre, en favor de los pueblos de Atenco, a informarnos y compartir lo que conocemos con nuestro círculo social, para no fomentar una “consulta injusta”; es decir, “un foro donde sólo se oiga a unos pocos y no se escuche la voz de quienes viven y serán afectados por el proyecto del NAICM”.