Nacionalismo mesiánico de Trump

Fotografía: Emanuel Reséndiz| Gaceta Políticas
La reciente llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su discurso propagandístico, son muestra de un nuevo nacionalismo mesiánico y proteccionista.
El carácter profundamente religioso de la teología política que describe el sistema político y la historia del vecino país; es un referente que ayuda a entender por qué el nuevo mandatario se enfocará en “hacer grande a América” y da cuenta de un orden en el cual no están ajenas las lecturas bélicas, de desconfianza, donde hay una cerrazón y dogmatización de postulados.
Ante este escenario, el académico Jesús Gallegos, adscrito al Centro de Relaciones Internacionales, durante su participación en la mesa El hombre a caballo, el inicio de la era Trump, explicó qué puede pasar en México con este nuevo orden internacional mesiánico adoptado por el presidente de la potencia del norte.
En México, dijo, ante la polarización política, la inestabilidad económica y la crisis social, hay dos opciones: la primera, un nacionalismo reaccionario, oficialista gubernamental, del gobierno de Enrique Peña Nieto, con un grado de autoritarismo en la toma de decisiones, acompañadas de descrédito y falta de aprobación, y segunda, un nacionalismo contestatario y crítico que deviene de las llamadas izquierdas, el cual puede ser enarbolado por Andrés Manuel López Obrador.
Esto genera un choque de nacionalismos, el nacionalismo mesiánico de Donald Trump y el nacionalismo contestatario-crítico que puede ser ondeado por López Obrador. En este marco, en México se tendría que articular un nacionalismo pragmático que permita renegociar, actualizar, modernizar tratados y acuerdos internacionales como el TLCAN; mismo que debe estar acompañado de un conocimiento sobre el futuro, impulsado desde la academia y los estudiantes, expresó.
Sobre la misma línea, Josué Padilla, profesor de la Facultad, expresó que Donald Trump recibe una nación con una notoria fragmentación de la sociedad estadounidense, por lo cual fue más sencillo invocar los sentimientos más nacionalistas. En este contexto, la frontera y la raza son dos elementos que dan sentido a este nacionalismo donde destacan los ricos y blancos.
Otro punto abordado en la conferencia fue la política comercial que Trump impulsará a lo largo de su mandato, la cual de acuerdo al análisis de la doctora Mariana Aparicio, académica del plantel, implica un proteccionismo comercial, es decir, comprar y contratar en Estados Unidos, tomando como premisa que cualquier país tiene el derecho de defender sus intereses. Éste es un giro en la política comercial, ya que a Trump no le interesa ser líder comercial y sólo renegociar tratados bilaterales; su visión comercial se apega a un mercantilismo del siglo XVIII y deja de lado el marco globalizador.
Recordemos que la acción comercial es un instrumento de política exterior para mantener acuerdos con otros países, y con este cambio se deja la puerta abierta a China como líder comercial a nivel internacional, hecho que, en términos políticos, no debe ignorarse, incluso por el gobierno mexicano que necesita un reacuerdo con el gobierno de Trump en materia del TLCAN, resaltó.
Finalmente, el doctor José Luis Orozco, insigne catedrático del plantel, comentó que la actual situación exige rescatar a los pensadores clásicos y cuestionarse qué conocimientos tiene el nuevo presidente de los Estados Unidos en materia de acuerdos internacionales, pues su proceder nos pone a un paso del capitalismo militar