Movimientos del 68: alborada marxista

Fotografía tomada de Internet
Movimiento de 1968, trascendental como pocos a nivel internacional. Un año que no solamente dejó un legado en la memoria revolucionaria mundial en el plano social, cultural y político, sino además aclaró una de las corrientes ideológicas más importantes de los últimos tiempos: el marxismo.
Un torrente de agua cristalina, la tendencia fundamental del 68: el esclarecimiento del marxismo, fue el título de la conferencia magistral impartida por el economista y maestro en Estudios Latinoamericanos, Jorge Veraza, cátedra que formó parte la Jornada de Conmemoración por los 50 años del 68 internacional, el relámpago de 1968 en la noche del siglo XXI”, llevada a cabo en nuestro centro de estudios.
Veraza consideró que los movimientos del 68 muestran el anhelo por un cambio de época, la búsqueda de la democracia por medio del derrocamiento de la opresión burguesa. Agregó que esta serie de levantamientos simultáneos globales reflejan lo que podría ser una “revolución mundial”.
A lo largo de su conferencia, el economista reveló el contenido de diversas pintas plasmadas en muros durante los movimientos, como: Mientras más hago el amor, más ganas tengo de hacer la revolución. Mientras más hago la revolución, más ganas tengo de hacer el amor; La emancipación del hombre será total, o no será. Ejemplos que muestran la cultura de la rebelión yacente en las revueltas, caracterizadas también por su naturaleza anarquista, surrealista y dadaísta.
Destacó que las manifestaciones ocurridas en ese año se basaron en premisas marxistas, como la cultura del consumo y la enajenación del trabajo y de la vida; por ello, el profesor recordó otra de las pintas: No consumamos Marx, aforismo que exhortaba a no hacer del pensador y su doctrina un objeto de consumo.
El ponente retomó los movimientos ocurridos en mayo del 68 en Francia y la Primavera de Praga, cuyo sentido marxista fue incomparable, y sus manifestaciones resultarían después en la corriente ideológica del eurocomunismo, con la cual no estarían de acuerdo varios países.
Veraza subrayó que es necesario diferenciar al marxismo del propio Marx y estudiar de manera consiente las fuentes que interpretan al economista y su dialéctica. Reiteró que resultan de especial trascendencia las manifestaciones ocurridas en 1968, pues proyectan una lucha por la mundialización de la democracia, la liberación del proletariado y un camino humanista. Remarcó que el legado que deja Marx va más allá de dichos movimientos, pues nos da una visión que se aplica a la realidad actual de la sociedad mundial.