Modelo para aprender a resolver conflictos internacionales
Por Francisco Miguel Méndez y Ximena Palma

Profesores María Cristina Rosas, Fausto Quintana y Polette Rivero. Foto: Patricia Trejo
Luego de casi tres años de no presentarse, dada la pandemia por Covid-19, el “Primer Modelo de Naciones Unidas”, organizado por el Centro de Relaciones Internacionales (CRI) y dirigido por la doctora María Cristina Rosas, retomó sus actividades.
En la primera jornada del evento, mismo que se desarrolló del 15 al 17 de febrero, participaron 15 estudiantes de cuarto semestre de la carrera de Relaciones Internacionales.
Las exposiciones, que consisten en realizar escenificaciones o simulación de discusiones dentro de la ONU, iniciaron con la presentación del protocolo de una entidad como ésta, y luego se abordaron temas sobre el Consejo de Seguridad y el Consejo Económico y Social del organismo, así como la crisis ambiental y el pacto mundial por una migración segura.
En la mesa analítica de inauguración participaron los profesores Cristina Rosas, Polette Rivero y Fausto Quintana, quien, como coordinador del CRI, destacó que el propósito del proyecto es desarrollar la capacidad de los estudiantes en una «experiencia de negociación y concentración política», dentro de importantes espacios de discusión, encaminada hacia la resolución de conflictos.
De este modo, el tema principal de debate para los representantes de los Estados de Albania, China, Ecuador, Emiratos Árabes, Estados Unidos, Federación Rusa, Francia, Gabón, Ghana, Japón, Malta, Mozambique, Reino Unido, Suiza y Siria, se centró en el conflicto territorial en la región de Kurdistán y sus posibles soluciones.

Alumnos participantes en el Primer Modelo de Naciones Unidas del CRI. Foto: Patricia Trejo
Los participantes expusieron brevemente su punto de vista, como «delegados de nación», sobre la situación que atraviesa la población kurda. Se produjeron varios discursos sobre las relaciones y problemáticas de la zona, así como propuestas para acabar con los combates violentos en el área.
La convergencia de ideas se dio en el reconocimiento de la problemática, el interés de todos los países por hacer un llamado a la paz y el fomento a la acción humanitaria para ayudar a la población damnificada por el terremoto ocurrido en Turquía.
“Hacemos un atento llamado a la cooperación y ayuda humanitaria para salvaguardar la seguridad nacional y asegurar la no violación de los derechos fundamentales de los países involucrados en el conflicto”, subrayó la delegada de Japón.
Posteriormente, los estudiantes representantes del Consejo de Seguridad continuaron con el diálogo y concluyeron con la votación para la resolución final, dando comienzo a una segunda sesión, donde cada uno de los jóvenes tomó la palabra para explicar los puntos a favor y en contra de otorgar soberanía al pueblo de Kurdistán.
La representante de Gabón propuso la creación de una zona libre de fuego para entablar el diálogo entre Siria, Irán, Irak, Turquía y el pueblo kurdo. Mientras que la de Ghana peleó por la autonomía de la región y la creación de un Estado independiente, pese a la resistencia de las demás naciones por el riesgo a desestabilizar la región.
Durante la conferencia, la doctora Cristina Rosas realizó una reflexión sobre el papel de la ONU en el siglo XXI y la falta de voluntad política para atender satisfactoriamente los problemas que aquejan en la agenda global. “La ONU es lo que es y está donde está por la voluntad política de sus miembros”, sentenció.

Estudiantes presentes en el debate internacional. Foto: Patricia Trejo
Por otro lado, hizo hincapié en cómo dicha institución no honra su discurso de «equidad de género y representación geográfica», pues tan solo a nivel directivo el número de personal femenino es escaso. Aún más, hasta el momento, ninguna mujer ha ocupado el cargo de secretaria general de la ONU en toda su historia.
Asimismo, se abordó el tema de la actividad financiera en la ONU, donde se destacó el asunto del presupuesto en materia de desarrollo. Se criticó cómo la institución gasta demasiado dinero en mitigar conflictos, en vez de invertir en la prevención de los mismos. El propósito fue hacer un llamado a la voluntad política para erradicar este tipo de situaciones.
Para finalizar, los docentes participantes recordaron al alumnado que, a pesar de estas problemáticas, es necesario seguir buscando soluciones y no dejar de anarbolar la importancia de una institución como la ONU para la población en general, pues sin su existencia, ni apoyo, el mundo estaría peor.