Megaproyectos energéticos y crímenes

Protesta contra el nuevo aeropuerto de la Cuidad de México. Foto: Miguel Dimayuga | Proceso
Megaproyectos energéticos y crímenes, fue el título de la conferencia dentro del I Seminario Universitario sobre Política Mexicana de Cambio Climático, presidido por la Ingeniera industrial de la Red por la Transición Energética, Beatriz Olivera; María Fernanda Paz Salinas, Doctora adscrita al CRIM-UNAM (Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias); el politólogo Francisco Cravioto Lagos miembro de la Alianza Mexicana contra el Fracking y la profesora Serena Chew de la FCPyS. Durante el seminario se habló de las serias implicaciones que tienen los megaproyectos (enormes construcciones humanas que precisan de una inversión extraordinaria de recursos), en el calentamiento global, sus impactos ambientales y sociales.
La ingeniera Olivera señaló la importancia del marco legal que los favorece en el ámbito de la Reforma Energética-Ley de Hidrocarburos; cómo éstos se encuentran, en jerarquía, sobre cualquier otra actividad o proyecto, al tiempo que mencionó que la ley responde a las razones de las empresas. Dijo que en México, ‘la regulación ambiental es laxa y favorece a aquellos que atentan contra el medio ambiente’.
María Fernanda Paz aseguró que estas empresas responden a una lógica de mercado, donde la energía se vende y la disputa de los recursos genera serias afectaciones socioambientales; las cifras demuestran además que entre más megaproyectos más conflictividad social se presenta en forma de agravios, despojo y desprecio por los derechos humanos, sin respetar los amparos legales.
A su vez, Cravioto Lagos indicó que el extractivismo de hidrocarburos en México representa una seria amenaza al territorio por ser un ‘sistema abierto’ que genera muchos desechos contaminantes pues el Estado ha sido consecuente con esta lógica, donde el que contamina paga, ¿cuánto?, no importa, lo pago.
Finalmente, los ponentes coincidieron en que es momento de despertar, construir alternativas y aprender de experiencias aisladas con sus respectivas propuestas, ya que esta es la acción de resistencia que la sociedad necesita frente a este problema.