CULTURA CON POLAKAS

Los muralistas de Ciudad Universitaria
Por Sofía Gamboa
La pintura mural en México nació como un movimiento colectivo, con el objetivo de contribuir a la educación nacional. Esto se vio reflejado en el Plan de integración nacional impulsado por José Vasconcelos como Secretario de Educación Pública (1921-1924), quien consideró la necesidad de desarrollar e implementar un proyecto a partir de la educación popular, donde se entrelazara el arte y la cultura.
Fue así que el muralismo se consagró como una de las distintas formas que permitirían transmitir la idea de unidad nacional, y los murales que decoran la Escuela Nacional Preparatoria la hacen testigo de este momento histórico, al ser el primer recinto universitario en albergar esta corriente artística (Mandel: 2007).
Las bases asentadas por Vasconcelos dieron lugar al movimiento muralista que se desarrolló en Ciudad Universitaria a partir de los años cincuenta con las obras de Diego Rivera, Francisco Eppens Helguera, José Chávez Morado y David Alfaro Siqueiros, quienes se convertirían en los principales muralistas dedicados a representar el contexto social del país en los edificios más emblemáticos de Ciudad Universitaria.
El pueblo a la universidad, la universidad al pueblo
David Alfaro Siqueiros (1896-1974) fue uno de los principales artistas que revolucionó el arte en sus diferentes técnicas, pero sobre todo, en el muralismo.
En enero de 1922, con tan sólo 26 años de edad, David Alfaro Siqueiros residía en Italia. Fue entonces cuando recibió la invitación de José Vasconcelos para “crear una nueva civilización extraída de las mismas entrañas de México” (Charlot, 1985:235). Aunque el pintor se resistía a volver al país, en julio de ese mismo año se integró al primer laboratorio de arte mural en la Preparatoria. Fue hasta 1952 que Siqueiros desarrolló el mural, El pueblo a la universidad, la universidad al pueblo, con una técnica que denominó como “escultopintura”; y, entre 1965 y 1971 trabajó en el mural más grande del mundo que lleva por nombre, La Marcha de la Humanidad en la Tierra y hacia el Cosmos.
El movimiento muralista mexicano se convirtió en la vanguardia americana, y Siqueiros jugó un papel fundamental para ello, pues implicaba lo experimental de sus técnicas para crear cada una de sus obras murales.
La Universidad, la familia y el deporte en México
Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, mejor conocido como Diego Rivera (1886- 1957), se inclinó por representar en sus obras a un pueblo sometido y explotado.
En 1921, Diego Rivera fue convocado por el entonces Secretario de Educación, José Vasconcelos, para ser parte de su proyecto de unión nacional. Rivera, inspirado por el ambiente revolucionario aún vigente en el país, comenzó su primer mural en la Escuela Nacional Preparatoria en 1922. Un año más tarde, en 1923, realizó los murales de la SEP en la Ciudad de México; en 1927 los de la Universidad Autónoma de Chapingo, y para 1930 los del Palacio de Cortés, en Cuernavaca. Fue hasta 1952 que pone en relieve La Universidad, la familia y el deporte en México, mural ubicado en el Estadio Olímpico Universitario.
La vida, la muerte, el mestizaje y los cuatro elementos
Francisco Eppens Helguera (1913-1990) buscaba mostrar una imagen unificada de la complejidad y diversidad mexicana, quizá la particularidad que lo destacó fue que, en un mundo dividido en dos bloques (socialista vs. capitalista), muchos de sus mensajes apelaban a la igualdad universal y a una humanidad pacífica.
Eppens se incorporó al movimiento de la Escuela Mexicana del realismo crítico, y durante esta época tuvo la oportunidad de convivir con artistas de la talla del Dr. Atl, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Jorge González Camarena y José Miguel Covarrubias. Como resultado, en 1952 diseñó el mural en la fachada de la Facultad de Medicina de la UNAM, llamado, La vida, la muerte, el mestizaje y los cuatro elementos. Y fue en 1968 cuando fue comisionado para rediseñar el Emblema Nacional Mexicano, lo cual logró con gran éxito aprovechando los simbolismos.