La transparencia incentiva el empoderamiento y el buen manejo de la pandemia

Seminario Universitario de Transparencia. Fotografía: Diana Zamudio| Gaceta Políticas
En este momento de pandemia, hablar sobre transparencia se ha convertido en un tema central; la crisis sanitaria nos pone a todos frente a un problema de restricciones y sacrificios que limita nuestras libertades.
Por ello, la transparencia de los gobiernos en la información sobre el número de contagios, decesos, recursos hospitalarios y financieros, puede generar confianza en la población para sumarse no sólo a sus directrices de protección, sino para aceptar restricciones a libertades y a derechos de tránsito.
Lo anterior fue comentado por la doctora Jacqueline Peschard, coordinadora del Seminario Universitario de Transparencia de la UNAM, en la inauguración del coloquio virtual, Transparencia a la sombra de la pandemia, en el cual, el doctor Alberto Ken Oyama, secretario de Desarrollo Institucional de la UNAM, destacó que la transparencia ha modificado nuestras actividades cotidianas y obligado a organizar mejor a las instituciones, entre muchas otras cosas.
Posteriormente, el doctor Cristian Roberto Morales, representante de OPS/OMS en México, subrayó que es fundamental conocer las afectaciones de la COVID-19. Informó que la región de las Américas cuenta con el 47% de todos los casos mundialmente confirmados, con el 54% de las muertes confirmadas por el virus en el orbe; y que las naciones que más han contribuido a la pandemia son Brasil, Argentina, Colombia y México.
En el caso de nuestro país, indicó que se ha llegado a las 100 mil defunciones, lo cual constituye la peor tragedia que ha enfrentado el sistema de salud mexicano en su historia.
Reiteró la importancia de manejar con transparencia los datos de la crisis sanitaria mundial, pues también ha surgido la infodemia, entendida como la sobre abundancia de información y el intento de difundir datos erróneos. Aseveró que varias agencias de Naciones Unidas se han unido para luchar contra ésta, pues ella impacta en la salud física y mental de la población, polariza la opinión pública, promueve intereses de determinados grupos o personas e incentiva el incumplimiento de las medidas de salud pública, además de poner en peligro la capacidad de frenar la enfermedad.
Afirmó que la transparencia incentiva el empoderamiento y la colaboración, ya que con una gestión opaca de la información es muy difícil enfrentar adecuadamente la pandemia. “El caso de México es un ejemplo de buenas prácticas de comunicación y manejo transparente de la información”, finalizó.