La era del pueblo y la revolución ciudadana

Jean-Luc Mélenchon. Fotografía: Adrián Serrano| Gaceta Políticas
A pesar de la crisis de la civilización humana, de intercambio y de consumo, “América del sur vive un momento social y ecologista de triunfos”, sostuvo el político e intelectual Jean-Luc Mélenchon, al dictar la conferencia magistral, Revolución ciudadana y la era del pueblo: la relevancia global de la transformación política mexicana.
Líder del partido, La Francia Insumisa (LFI), y quien ahora vive un proceso judicial por disturbios sucedidos en octubre pasado con agentes de la policía, en la sede de su partido, el ponente precisó que Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador y otros países sudamericanos son ejemplo de que el neoliberalismo tiene el poder del mundo pero que su tiempo está terminando y las sociedades lo saben.
Por ello, resaltó, es indispensable que los jóvenes identifiquen que este sistema de producción, intercambio y consumo no tiene futuro.
Teoría de la era del pueblo

Fotografía: Adrian Serrano| Gaceta Políticas
Un nuevo actor en el escenario político es el pueblo visto como concepto político y no sociológico, explicó el investigador; en este contexto se puede hablar de la primera generación de homo urbanus, integrada en el marco de la ciudad.
La era del pueblo, detalló, es una propiedad emergente y un conjunto de elementos como el número de individuos, la urbanización, la presencia, el acceso a redes públicas o privadas, pues el pueblo no puede sobrevivir ni reproducir su existencia material sin pasar y acceder a las redes colectivas.
“Las redes colectivas, el pueblo y la urbanización pertenecen a la misma realidad que cambia la condición humana”, resaltó. La red colectiva se entiende como aquello necesario para sobrevivir; un ejemplo es el agua, ya que no se puede sobrevivir sin este servicio.
Otra arista en la teoría del pueblo es el capitalismo de nuestro tiempo, el cual integra el pasado y su contradicción, pero con un hecho nuevo: el financiamiento total de la economía global, “la integración de cada acto económico en la burbuja mundial”.
Momento ecológico
Actualmente hemos pasado a una nueva era. La sociedad de geología mundial indica que ésta se llama el antropoceno, el momento en que la actividad del hombre transforma la naturaleza de manera irreversible. Esto se observa en las capas de piedra, pues antes no existían las pruebas nucleares, así como en el uso del plástico.
Mencionó que lo más importante en este análisis es el número de habitantes en el mundo, elemento que debe considerarse para cualquier forma de organización, producción o consumo de la sociedad, así como para la reorganización del régimen, ya que “si seguimos así vamos a la derrota”.
Revolución ciudadana
En ese sentido, el pueblo, visto como actor político, actúa para recuperar el acceso a las redes colectivas, al poder sobre la naturaleza y sobre su propia vida; en otras palabras, asume la relación consiente y responsable con la antigua concepción de armonía; “poder de decisión que es la base de la revolución ciudadana”, destacó el expositor.
“El nuevo humanismo, con su capacidad de autodefinirse, debe proclamar que su objetivo final es el ser humano que tiene como fin la armonía con su marco natural. Concibe que la naturaleza y los animales no son objetos sino seres sensibles que deben tratarse como iguales, pues necesitamos hasta la última hormiga para que el ecosistema pueda sobrevivir”, finalizó Mélenchon.