La doctora Gloria Ramírez, feminista y profesora en la FCPyS, es designada Consejera de la CNDH
Por Myriam Corte

Dra. Gloria Ramírez. Foto: José A. García
En diciembre pasado, en la Cámara de Senadores se eligió a los 10 integrantes del Consejo Consultivo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), todos con un reconocido prestigio y destacada trayectoria en la defensa, promoción y protección de los Derechos Humanos (DH), y entre ellos se seleccionó a la doctora Gloria Ramírez Hernández, docente de nuestra Facultad, quien en entrevista para Gaceta Políticas compartió sus impresiones sobre esta función y cuál es el escenario actual en materia de DH.
Honor y responsabilidad
Con una relevante labor en DH, feminista, académica e investigadora, la doctora Gloria Ramírez señaló que esta deferencia es un gran honor, pero sobre todo, dijo, “es una responsabilidad coadyuvar con mi opinión, experiencia e investigación, para fortalecer precisamente algunos campos de la Comisión, principalmente lo que tiene que ver con educación, que tiene un carácter importante en la prevención de los DH y en el ámbito de ciertas poblaciones que he estudiado, en particular los derechos de las mujeres”.
“Favorecer con opiniones y argumentos, y coadyuvar a fortalecer este organismo es un reto. Los organismos públicos de derechos humanos son un tema que he trabajado desde el año 2000 a la fecha: diseñamos el primer Observatorio Ciudadano del Ombudsman en dicho año. Así el ser consejera, me permite estar en las entrañas del objeto de mi investigación. Es un gran privilegio como académica esta oportunidad para aportar desde mi experiencia a su fortalecimiento. De igual modo, esta tarea también me permitirá coadyuvar en la defensa de víctimas y de casos”.
Sobre las tareas que tendrá como Consejera de la CNDH, explicó: “El Consejo Consultivo tiene diversas funciones que están muy bien reglamentadas por la ley, se trata de un grupo de personas que tienen experiencia en DH, de tal manera que pueden por ejemplo, proponer o reformar los lineamientos generales de la actuación de la Comisión, aprobar ciertas normativas de carácter interno para el funcionamiento, solicitar información adicional sobre diversos asuntos, opinar acerca del presupuesto y el informe de actividades anual de la Presidenta, el cual es importante para conocer y evaluar qué papel cumple la CNDH”.
Recordemos que el Ombudsman, llamado también Ombudsperson, es el mediador del pueblo; un organismo público y autónomo que no tiene un carácter jurisdiccional, cuya misión es la defensa, promoción, estudio y divulgación de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales y las leyes, apuntó.
Consejera y académica
A las distinciones que tiene en su historial, como el “Elvia Carrillo Puerto” 2017, otorgado por el Senado de la República por contribuir a la igualdad sustantiva y empoderamiento de las mujeres, y el reconocimiento “Hermila Galindo”, de 2013, de parte de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, ahora se agrega este nombramiento, mismo que la doctora Ramírez Hernández relaciona con su vida académica.
Es decir, al ser consejera se vinculan directamente sus líneas de investigación, la docencia y la promoción de los DH, y este marco le permite coadyuvar en la medida de sus posibilidades en proyectos de investigación de tesis en la materia o en diversas propuestas sobre el quehacer de estas instituciones.
Comentó que es importante enseñar que debemos tener una actitud positiva ante nuestras leyes, así como aplicar el conocimiento de las ciencias sociales “aun contra la razón de Estado y defender a las víctimas”; abrir canales de participación para exigir y dar seguimiento a los DH en todos los ámbitos. Puntualizó que “formarse en derechos humanos es hoy en día un derecho constitucional fundamental y una obligación de todo profesionista”.
“Así impactamos en la investigación, en la docencia, en proyectos personales y profesionales, pues se sabe que construir una sociedad democrática implica el respeto pleno de todos los derechos. Esta experiencia como Consejera me sitúa en otro nivel de información para poder incidir. Tenemos mucho interés en sumar esfuerzos con la CNDH, desde los múltiples trabajos que realizamos en la academia. Debemos tejer más puentes entre ésta y la UNAM y desde luego, todo esto con mucho respeto al trabajo de la Comisión”.
Derechos humanos ¿claroscuros?

Puños. Imagen: Freepik
Reconocida defensora de los DH, la doctora Ramírez habló sobre el escenario actual en la materia a nivel nacional y dentro de la Universidad. Señaló que hay un panorama de “claros oscuros”, que también puede verse como “el vaso medio vacío o medio lleno”, pero que ella definitivamente lo observa con la mitad lleno.
Por supuesto, externó, falta mucho por hacer. “En la actualidad estamos en lo que varios autores han llamado, la crisis de los DH. Término que también retoma el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que trabaja el caso Ayotzinapa, crisis que se ha agudizado con la pandemia. Por ejemplo, hoy hablamos de 10 a 20 mujeres asesinadas, se trata en la mayoría de los casos de feminicidios. Por ello, esta gravísima cifra nos denota que algo está muy mal. La violencia en razón de género es sin duda otra pandemia”.
Además, acerca del alto número de personas desaparecidas, indicó: “De acuerdo con datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), del 15 de marzo de 1964 al 18 de enero de 2022, el número total de personas desaparecidas, no localizadas y localizadas en México es de 237,008, de las cuales 137,568 son hombres, 98,824 mujeres y 618 es indeterminado. De igual forma, se reportan 96,861 personas desaparecidas y no localizadas”.
Otro punto es el grave grado de pobreza y desigualdad que se vive en México, un país de desigualdades, pues tiene a los hombres más ricos del mundo, pero al mismo tiempo registra una pobreza extrema que, resaltó, “no solamente es indignante sino insostenible, inadmisible, porque la pobreza refleja la desigualdad económica y es una violación a los derechos económicos”.
Referente a la situación en la UNAM, la pionera en introducir los derechos humanos en planes y programas de estudio en la FCPyS y promover la inclusión de temas de género y de derechos de las mujeres, así como su enseñanza en la Facultad y en otras instituciones de educación superior del país, recordó que en noviembre de 2019 se conoció un movimiento importante de mujeres que se manifestaron en contra de la violencia de género.
“La violencia de género en la UNAM se permitió y naturalizó, y por lo tanto fue reproducida por generaciones. Yo estudié en la Facultad; entonces sabíamos quiénes eran los profesores acosadores y no se hacía nada, se concebía como ‘natural’, aunque lamentable. Es toda una historia, un largo proceso ir tomando conciencia del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia; lo que se ha logrado, precisamente, gracias al feminismo; es entender, como se dijo en los años setenta, que ‘lo personal es político’”.
Hoy las nuevas generaciones no se quedan calladas, actúan en grupo y en colectivo; cuentan con redes sociales; se han empoderado y decidieron tomar la voz. “Decidieron decir ¡Basta!”
“En mi época se criminalizaba a las denunciantes y aunque hoy, en ocasiones, se les sigue criminalizando, revictimizando o ignorando, existen cambios importantes. En el siglo pasado no había esta fuerza colectiva que realizó los históricos paros feministas entre 2019 y 2020; un movimiento que hizo cimbrar a la Universidad. Hubo cambios normativos y nuevas políticas institucionales para la prevención y atención a la violencia de género, pero falta mucho por hacer. Por ejemplo, el Tribunal Universitario, creado en 1945, no tiene perspectiva de género. La erradicación de la violencia de género es aún una asignatura pendiente en la UNAM”.
“No se diga en nuestra Facultad, con estudiantes muy jóvenes, a quienes siempre les doy un gran reconocimiento porque realmente levantaron la voz, sumaron sus voces y resistieron hasta a la pandemia por un compromiso contra la violencia de género en la UNAM; esas son acciones que han implicado cambios y respuestas, y gracias a estas compañeras se logró la inclusión de una materia optativa con miras a hacerla obligatoria, sobre la violencia de género, y varias de sus demandas”.
En este sentido, la profesora reafirmó que vivimos una crisis de DH y por ello las Instituciones de Educación Superior (IES) deben dar respuestas: “Es lo que hacemos en el marco de la CUDH-UNAM; dentro de las posibilidades de cada uno hemos analizado qué dicen los expertos y expertas, a través de las recomendaciones que México ha recibido. Ese es un campo de acción de la academia, donde retomando esas observaciones de organismos internacionales, de especialistas, hacemos un seguimiento de su cumplimiento; ha sido un largo camino y desde luego no solamente decimos lo que falta o criticamos con fundamento, sino hacemos propuestas y sumamos esfuerzos con múltiples organizaciones civiles, académicas e incluso públicas, porque se trata de coadyuvar a la defensa de los DH”.
Retos en materia de DH
Al preguntarle a la autora de diversos libros, entre ellos: Los derechos político electorales de las mujeres en México ante la CEDAW (2020: TEPJF); La Agenda Legislativa CEDAW (Congreso de la Unión- en prensa); Guía para la prevención y la atención de la violencia de género (UNAM 2013); sobre qué retos enfrenta la agenda en materia de DH, respondió que son múltiples: “estamos hablando de la institución de la CNDH, a la cual a veces se le exige como si tuviera la capacidad jurisdiccional que no tiene, pero sí comprende un gran potencial. Un reto importante es legitimar su trabajo ante la sociedad, crear una mayor certidumbre y confianza en la ciudadanía”.
En el plano de igualdad, expresó, les falta mucho que transformar en estas instituciones públicas y a veces “desaprender”. “En las IES debemos traducir la teoría a la práctica; proponer, analizar y debatir sobre las condiciones y mecanismos para el pleno ejercicio de los DH en todos los ámbitos que nos conciernen: la docencia, la investigación, la difusión; dar respuestas y alternativas a los grandes problemas de nuestro tiempo; tener incidencia en el ámbito público”.
25 años de estudio y acción
En este año se cumplen 25 años de la Cátedra UNESCO de DH, donde la titular, la doctora Ramírez Hernández ha desempeñado una gran labor. Ante este aniversario, expresó un reconocimiento a todo el equipo y resaltó que las tareas realizadas son el resultado de un trabajo colectivo.
En esta Cátedra se han formado diversas generaciones que hoy se encuentran en puestos destacados, con la finalidad de cambiar situaciones en DH. “Es una gran satisfacción que estudiantes que han pasado por la UNAM y la Cátedra, que nos han dedicado parte de su tiempo, así como el equipo de colaboradoras y colaboradores estén velando por los DH. Ha sido un largo camino con muchas compañeras y organizaciones, con el apoyo de la UNESCO, de otras instituciones, de aliadas y aliados, que nos han permitido crecer e incidir conjuntamente”.
La profesora también agradeció el apoyo que ha recibido en diversas administraciones en la Facultad, así como de las autoridades de su área de adscripción en el plantel, el Centro de Estudios Teóricos y Multidisciplinarios en Ciencias Sociales (CETMECS).