La derecha y el capital en América Latina

Marcos Roitman y Nayar López. Fotografía: Aide Gómez| Gaceta Políticas
El profesor Marcos Roitmann, académico chileno , doctor en Ciencia Política y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, destacado ensayista en temas sobre América Latina, colaborador de importantes diarios en México, Venezuela y su país, quien ha impartido múltiples charlas en el Continente, abrió con una conferencia magistral el Seminario, América Latina y el Caribe, una región en conflicto: ofensiva conservadora y resistencias, organizado por el doctor Nayar López, coordinador del Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA) de la Facultad.
Subsunción de América Latina
El ponente comenzó con un breve contexto de la derecha en América Latina. Mencionó que esta contraofensiva conservadora se inició en la segunda mitad del siglo XX, específicamente en los años setenta, y ha fundado hechos políticos que afectan la forma de pensar y actuar de la sociedad occidental, a la que ha impuesto estructuras de dominación y explotación del capital.
En este marco, precisó el expositor, este movimiento proyecta una forma distinta de articulación del capital en la región con tres consecuencias: despolitización, descentralización y privatización de la vida política y social; consolidación de la economía de mercado e influencia del capital privado en el desarrollo de políticas estatales; instrumentación de megaproyectos, y búsqueda de dominio de la vida social, ideológica y material.
Esta etapa, conocida como neoliberalismo, que el ponente llama un proceso de refundación del capital; este poder conseguido por el capital a través de las derechas, se expresa en una nueva faceta del imperialismo, que es la forma por excelencia de dominación capitalista; es esencialmente un orden de dominación y de explotación.
En palabras del especialista, esta fase es la del imperialismo moderno que no sólo se encarga de la ocupación territorial y económica, sino da paso así, a la subsunción formal y real de todos los aspectos de la vida humana. Un escenario donde aparece incluso la biopolítica o control del cuerpo.
En este marco, abundó el doctor, el capitalismo del siglo XIX y XX se puede identificar como un capitalismo analógico, mientras que el del siglo XXI es un capitalismo digital.
Capitalismo analógico
Según Roitman, el capitalismo analógico es la forma inicial de desarrollo del capital; un sistema impulsado por las guerras mundiales, que aun hoy tiene a la guerra perpetua como su principal motor capitalista. El desarrollo de maquinaria que lo caracteriza cambió el paradigma de la vida social; fortaleció pautas de dominación en la prensa, el silenciamiento de cualquier posibilidad de pensamiento crítico, censura, represión de las luchas obreras por derechos laborales; es decir, concretó un ataque permanente a la conciencia crítica que cuestiona y transforma.
Capitalismo digital
Con la llegada del siglo XXI arribó un nuevo modelo del capital donde el consumo no se reprime, se maximiza. El capitalismo se adaptó a las condiciones materiales y digitales. Se hizo presente un mundo deshumanizado, sometido a la tiranía de los algoritmos que da pie a una dominación y segregación nunca antes vista, cuya finalidad es romper la ciudadanía política a partir del individualismo y segregación radical. Figura la democracia como falacia de participación y como verdad de dominación que acalla la conciencia crítica. Aparecen nuevas formas de explotación y dominio adaptadas a los medios digitales. Ya no hay control por religión u ocupación militar; las formas de subsunción real y formal de la vida humana se han ido modificando; «cambiamos el confesionario y el castigo por el teléfono inteligente y la aceptación social», finalizó el sociólogo.