Impactos del presupuesto participativo en la educación y la democracia
Por Gloria Aguilar y José A. García

Foto: Pixabay
Investigadores universitarios de México y otros países coincidieron en que la implementación del llamado “presupuesto participativo” en la educación y el aprendizaje, convierte a los planteles educativos que lo instrumentan en escuelas de la democracia, además de que prepara a los estudiantes a ser líderes en sus comunidades y trabajar por la sociedad en general.
Lo anterior se estableció el 14 de octubre en la apertura del Seminario sobre los impactos del presupuesto participativo en la educación y el aprendizaje, auspiciado por People
Powered University, y moderado por la doctora Karla Valverde, profesora de nuestro plantel e integrante del Global PB Research Board.

Dra. Carola García Calderón. Foto: José A. García
Al iniciar la sesión, la doctora Carola García Calderón, directora de la Facultad, afirmó que el Presupuesto Participativo (PP) es un proceso que ha tenido relevancia en nuestro país, y es desde la educación en donde se debe impactar en los estudiantes, a fin de hacerlos partícipes de un proceso que los lleve a incidir en la toma de decisiones sobre su entorno.
La idea de este seminario es ofrecer un mejor entendimiento acerca del PP, a fin de reforzar la educación cívica y el aprendizaje, señaló por su parte la doctora Valverde, quien hizo un llamado a desarrollar las mayores capacidades posibles en pro de la mejoría del diseño y ejecución de estos programas, así como consolidar la investigación práctica y la enseñanza-aprendizaje en este terreno.

Andrés Falck. Foto: José A. García
Al tomar la palabra, el investigador Andrés Falck, de Coglobal (España), explicó que uno de los impactos de dicho presupuesto participativo es la adquisición de valores democráticos que permiten el incremento de la confianza, estableciendo un círculo virtuoso entre una administración local y sus propios alumnos, concebidos éstos como sujetos que permiten influir en la sociedad.
Aseveró que un aprendizaje de las iniciativas del PP para los alumnos es adquirir conocimiento político y cívico, y recordó que, en su experiencia con grupos de Estados Unidos, observó mayor conciencia del derecho que tienen como ciudadanos y de cómo funciona la maquinaria política, cuáles son sus normas y qué competencia tiene ésta en la administración pública, además de que conocen mejor las características de las participaciones de los vecindarios.

Daniel Schugurensky. Foto: José A. García
En su participación, Daniel Schugurensky, de la iniciativa de Gobernanza Participativa, de la Universidad Estatal de Arizona (Estados Unidos), destacó que tras 20 años de investigación sobre la democracia participativa, principalmente en América Latina, confirma que las acciones que forman parte de ella son coadyuvantes de escuelas de la democracia, pues han permitido documentar prácticas democráticas informales, y “desarrollar conocimientos, habilidades, actitudes y valores prácticos”.
En concordancia con Andrés Falck, con quien ha trabajado, sostuvo: “lo que hemos visto es que en este quehacer hay dos grandes áreas de habilidades, la primera tiene que ver con bajar y trabajar en grupo, consultar agendas del gobierno, desarrollar tareas de liderazgo, así como fortalecer la correlación entre la democracia participativa y el desarrollo de capacidades: deliberativas, argumentativas, de cómo hablar en público, persuadir al otro, pero también las de escuchar, resolver conflictos, negociar y reducir la polarización”.
Ambos ponentes señalaron la importancia de diseñar la forma de operar los equipos que participan en el presupuesto participativo, con lineamientos muy claros para los participantes.

Aline Yunery. Foto: José A. García
Aline Yunery Zunzunegui López, de LOOP Mx (México), quien se calificó como activista desde hace tres o cuatro años, ha estado trabajando en el impulso del presupuesto participativo en un proyecto en Puebla, en una preparatoria con 350 estudiantes, donde lo principal es sensibilizar a las autoridades sobre la importancia de éste y fomentar una ciudadanía más activa, ya que ésta genera soluciones a problemas públicos y aumenta la calidad de vida en los ciudadanos.
Recomendó, en el caso de los proyectos de presupuesto en zonas geográficas grandes, crear alianzas clave con las autoridades municipales y estimular las participaciones educativas en el ámbito escolar.

Gisela Signorelli. Foto: José A. García
Gisela Signorelli, de la Universidad de Rosario en Argentina, subrayó que “es importante involucrar aliados, esto es, referentes universitarios, que son aquellas personas que consideran que el presupuesto participativo debe aplicarse en los espacios de sus comunidades. En materia de diseño de la participación, sostuvo, estamos recomendado que se instrumenten más espacios exitosos de deliberación.
Patricia García, docente de la Universidad de Málaga, España, se refirió al proceso de evaluación del presupuesto participativo. Indicó que debe examinarse qué está pasando con éste, si se está incorporando realmente a los individuos que no participan, analizar mecanismos para que todos sean incluidos y consolidar la calidad deliberativa de los participantes.
Otras premisas de esta conferencia fueron trabajar para que el presupuesto participativo en los planteles educativos permita a los estudiantes crear conciencia crítica sobre los procesos democráticos, generar ideas que mejoren las condiciones de su entorno y crear liderazgos que instrumenten estos proyectos en sus comunidades e influir en las políticas públicas y ciudadanas.