Homenaje Póstumo al doctor Omar Guerrero
Por Yael Alcantara

Profesor Omar Guerrero Orozco.
La comunidad de la FCPS rindió homenaje póstumo al doctor Omar Guerrero Orozco, una de las figuras ilustres de la Administración Pública de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y de la UNAM, Investigador Nacional Emérito en el Sistema Nacional de Investigadores, miembro de la Academia Nacional de Ciencias y del Seminario de Cultura Mexicana, Premio Nacional de Administración Pública por el INAP en 1979, ganador de la medalla Gabino Barreda por el máximo promedio escolar en el posgrado en 1989, y sobre todo profesor de tiempo completo de la Máxima Casa de Estudios.
En efecto, además de que en 2006 también obtuvo el Premio ANUIES por su contribución a la educación superior, y en 2011 recibió un Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Sonora, el docente, según las palabras del doctor Ricardo Uvalle, coordinador del Centro de Estudios en Administración Pública (CEAP) del plantel, fue “alguien que se entregó a la Universidad de tiempo completo”.

Gabriel Campuzano, Adán Arenas, Alicia Islas, Erika Döring y Ricardo Uvalle. Foto: Manuel Ávila.
Su labor, dedicada a la academia, expresó el titular del CEAP, puede verse no sólo en el grado de estudios que alcanzó, sino también en sus cuantiosos libros y artículos, que en total suman más de 100 publicaciones, entre las cuales destaca su Teoría Administrativa del Estado. Sin duda, “fue una de las figuras más grandes que intelectualmente ha logrado generar este país, y sumado a ello siempre fue un hombre generoso y amistoso”.
En la sesión se escucharon las intervenciones del público, entre ellos numerosos alumnos que alguna vez fueron discípulos del doctor Omar Guerrero, amigos y colaboradores que arribaron al auditorio Lucio Mendieta Núñez desde latitudes distintas de la República Mexicana, para recordar y hacer énfasis en la herencia de uno de los personajes más importantes de la UNAM.

Profesor Ricardo Uvalle Berrones. Foto: Manuel Ávila.
Participaron desde quien se asumió como asistente al primer curso de licenciatura que el catedrático impartió, amigos cercanos que entre silencios entrecortados compartieron anécdotas terminadas en risas o en disertaciones sobre la tarea profesional y humanística del Doctor, así como alumnos jóvenes que destacaron el impacto personal y colectivo que les dejó el profesor. Como resumió en su frase final el maestro Gabriel Campuzano, docente del plantel y compañero del homenajeado: “Nos sentimos mal por su partida, pero ese mal nos hace reflexionar sobre el bien que nos ha hecho”.