Feminicidios: no son casos, son un proceso sistemático

Presentación del libro: La fosa de agua. Desapariciones y feminicidios en el Río de los Remedios. Fotografía: Diana Rojas| Gaceta Políticas
“La violencia contra las mujeres no debe entenderse como casos o cifras, sino como historias, vidas que fueron víctimas de una estructura social que normaliza esta violencia”. Con esta explicación, la periodista Lydiette Carrión destacó la necesidad de que se hable acerca del feminicidio, pero más allá del hecho, debe hacerse una introspección de la conducta social.
Este tema de la violencia contra las mujeres y la conducta social fue tratado en la presentación del libro: La fosa de agua. Desapariciones y feminicidios en el Río de los Remedios, del cual es autora Lydiette Carrión, egresada de la Facultad. La actividad fue organizada por el profesor Pablo Saldaña y la Agencia Universitaria de Noticias (AUNAM). Participaron: la doctora en Ciencias Políticas y Sociales, Jeanine Mondragón; el periodista Sergio Ferrer; y la licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva, Carmen Avilés.
La autora platicó acerca de su trayectoria y del año 2011, cuando estaba “harta del periodismo rutinario” y decidió investigar de forma independiente. En ese entonces la invitaron a colaborar en El Gráfico para que hablara sobre feminicidios. “Es un medio ‘popular’ o ‘amarillista’, pero me dio la oportunidad de llegar a un público más amplio”, dijo la reportera.
Acerca del proceso de creación de la obra comentó: “tardé seis años en realizar la investigación, redacté en 2015 y 2017, y ahora se ha publicado». Trabajó en la zona que está en la frontera entre Ecatepec y Tecámac, en el Estado de México; en ese lugar “hay una descomposición social que ha normalizado la violencia contra las mujeres, nadie criticaba ni cuestionaba la información oficial”. Ella decidió contrastar y verificar los datos del gobierno, sin embargo, para terminar la investigación necesitó ayuda terapéutica, pues “no trataba de mostrar números, sino historias, testimonios de los familiares de las asesinadas o desaparecidas”.
En su intervención, la doctora Jeanine Mondragón destacó lo cuidadoso del texto en su investigación y redacción, “cuida muy bien a sus fuentes, los derechos humanos y evita la revictimización”. Además, reforzó la idea de los feminicidios como algo sistemático, pues “todos somos parte del problema, sea por omisión, falta de sensibilidad o apatía ante esta realidad”.
Por su parte, la licenciada Carmen Avilés recordó que hace tres años se invitó al periodista Humberto Padgett para que presentara su libro Las muertas del Estado, y en ese momento señaló: “más que los periodistas, las mujeres están sufriendo más por la violencia”, una realidad que poco ha cambiado, indicó la también profesora de la Facultad. Habló de criticar y actuar en contra de la impunidad con que se tratan los feminicidios, y terminó con una cita del libro presentado: “hay una sociedad, un gobierno y una cultura que permite los feminicidios, es decir, una sociedad feminicida”.
El periodista Sergio Ferrer se refirió a este trabajo como una obra que debe continuar investigándose para “visibilizar y provocar acciones en la sociedad”. Hizo una invitación a quienes estudian comunicación y periodismo, para que “no repliquen prácticas viejas y negativas”. Para los que se preparan y quieren trabajar en los medios, les subrayó: “ustedes tienen una importante responsabilidad, deben prestar servicio social no como labor académica, sino como acción comunitaria que busque informar y contextualizar”.
A manera de cierre, Lydiette Carrión retomó una idea de Ryszard Kapuscinsky: “para ser periodistas debemos ser buenas personas”, porque cuando se investiga con temas complicados o sensibles “es necesario ser cuidadosos y llegar con buenas intenciones”, así el periodista ganará confianza y credibilidad, “los elementos que le dan valor a su trabajo”.