Inclusión política
Por Rosa Fernanda Orozco

Central Electoral, Estado de México. Foto: INE
Con el objetivo de garantizar una participación equitativa y significativa en los procesos democráticos, a los grupos que históricamente han enfrentado barreras sistémicas y estructurales, se llevó a cabo una conferencia en la que expusieron Willibald Sonnleitner, investigador de El Colegio de México; Arlene Cabral, coordinadora de Asuntos Internacionales del INE, y Mariana Hernández, titular de Formación y Docencia del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) de la UNAM.
El conversatorio tuvo un enfoque centrado en la necesidad de ampliar la inclusión política de las poblaciones vulnerables, por lo que se exploraron estrategias para promover la equidad política genuina y fortalecer la democracia en su conjunto.

Willibald Sonnleitner. Foto: Rosa Fernanda Orozco
El doctor Sonnleitner, especialista en Sociología electoral, indicó que la representación política debe garantizar que los diputados defiendan la diversidad de la sociedad a la que sirven, en este caso, a los grupos vulnerables. Consideró que los legisladores pueden llegara desvincularse de los ciudadanos, por lo que es pertinente revisar sus redes sociales para inferir la conexión con sus electores y exigirles cumplir las tareas a las que se comprometieron.
Agregó que la representación política abarca múltiples dimensiones, incluida la simbólica, que implica que las legislaturas trabajen en favor de todos los sectores de la sociedad.
En este marco, los ponentes coincidieron en que el INE tiene como objetivo generar una participación más amplia de diversos grupos discriminados en la vida política de México. Un hito significativo en esta búsqueda de inclusión fue el año de 1977, cuando las fuerzas políticas reconocieron la exigencia de la representatividad de todos los sectores de la población

John M. Ackerman, Arlene Cabral, Willibald Sonnleitner y Mariana Hernández. Foto: Rosa Fernanda Orozco.
De hecho, la institución busca dar visibilidad a los grupos vulnerables, a fin de que sean reconocidos y escuchados, lo cual también fortalece su sentido de pertenencia; garantiza una participación equitativa en las elecciones y les reconoce una voz efectiva en la toma de decisiones políticas.
Esta charla recordó que una democracia verdaderamente robusta y representativa sólo puede lograrse cuando todos los ciudadanos, independientemente de su origen o circunstancias, tienen la oportunidad de participar plenamente en la vida política de su país.