Ética periodística

Presentación del libro de la periodista sinaloense Patricia Figueroa. Fotografía: Alan Márquez| Gaceta Políticas
La necesidad de una prensa que trabaje con ética, que utilice la palabra como instrumento de poder y realice el abordaje honesto de problemas sociales para cambiar al país, son los aspectos a los que se refiere Patricia Figueroa, periodista sinaloense, en su obra: Ética en tiempos de narcotráfico. Relación entre policías-periodistas.
Figueroa cuestionó la relación del crimen organizado con el estado y el empresariado de élite, y exhortó a los futuros periodistas y científicos sociales a enfrentar esta realidad con una perspectiva ética. Externó su rechazo al periodismo heroico, pues opinó que dicho término no debe existir debido a que es obligación del reportero manejar los hechos sociales con honestidad.
Figueroa, maestra en Ciencias Sociales y Economía por la Universidad Autónoma de Sinaloa, estuvo acompañada en la presentación de su libro de las periodistas Ana Lilia Pérez e Ixchel Cisneros, así como de la maestra Adriana Báez.
Ana Lilia Pérez resaltó la importancia del trabajo debido a que es la primera vez que una obra de este carácter hace referencia a la relación de los periodistas con la policía. En esta línea, habló del sometimiento que ejercen los poderes fácticos, entre ellos el narcotráfico, sobre la prensa, debido a que limitan o restringen total y/o parcialmente el derecho a la libre expresión e información, y destacó que México debe ser garante de su aplicación.
La ponente también habló acerca del abuso de poder como uno de los problemas éticos más lamentables en el periodismo, e hizo referencia al soborno que los colaboradores de los medios llegan a recibir por parte de los altos mandos del poder político y/o empresarial, mejor conocido como “chayotazo”, término muchas veces considerado como tabú.
Ixchel Cisneros habló de la falta de respaldo en materia de seguridad que sufren los periodistas por parte del gobierno. También destacó la labor de las mujeres periodistas, quienes dijo, no denuncian los actos criminales debido a que temen por su seguridad y la de su familia.
Cisneros refirió que el tema de inseguridad no solo afecta a la prensa, sino también a la policía. Explicó que la labor policial se volvió un ámbito infravalorado e incluso despreciado, debido al tema de corrupción que lo envuelve desde hace ya muchos años. Destacó que es entendible que, al igual que los periodistas, los cuerpos de seguridad prefieran recibir estímulos por parte del crimen organizado que enfrentarse al mismo y poner en riesgo la integridad propia y de su familia, además de que el monto adquirido por este medio es mucho mayor al salario oficial que les es otorgado.
Adriana Báez comentó la difícil situación que vive la prensa en la actualidad, producto de la ola de violencia que deja el narcotráfico y su relación con el gobierno. Invitó a los futuros comunicólogos a desenvolverse en un ambiente ético y moral, al tiempo que calificó a los medios de comunicación como formadores de la opinión pública.
Patricia Figueroa cerró la presentación con diversas reflexiones, de entre las cuales destacaron la apatía y la desesperanza como problemas que se sufren en México. Por otro lado, invitó a la población estudiantil del área de las ciencias sociales a actuar con conciencia.