En México, la obesidad sigue en aumento

Etiquetado, consumo y confinamiento. Fotografía: David Urbano| Gaceta Políticas
Durante los últimos 18 años, la obesidad en México no sólo no disminuyó, sino aumentó de manera alarmante. En el 2000, el 25% de la población se encontraba en alguno de los tipos de gordura, pero según registros recientes, en la actualidad este porcentaje pasó al 35.6%, además de que hubo un aumento muy importante en los casos de obesidad mórbida.
Lo anterior fue expuesto el 25 de junio en la conferencia magistral, Etiquetado, consumo y confinamiento, del ciclo de Conversatorios 2020: Hábitos alimenticios y confinamiento mediatizado, en la cual participaron los doctores Carola García, directora interina de la FCPyS, como moderadora, y Simón Barquera Cervera, del World Obesity Prevention & Control, y miembro de The Obesity Society
En la charla, el expositor apuntó que durante los últimos años se ha intentado bajar los índices de obesidad en el país; sin embargo, los métodos, programas e información no han sido suficientes; más aún, se sabe que anualmente alrededor de 100 mil personas mueren debido a la obesidad
La adiposidad en el mexicano se debe a que el 25% de los alimentos que consume son botanas, pasteles, grasas, bebidas azucaradas y alcohólicas; dieta que de ningún modo proporciona nutrientes necesarios para una vida saludable.
El “ambiente alimentario”, explicó el ponente, en el que intervienen factores como gustos, preferencias, asequibilidad, accesibilidad, grado de esfuerzo, precios, mercadotecnia, regulación, disponibilidad y características de los establecimientos y productos”, son elementos que inciden en la corpulencia de las personas; son factores que no tienen que ver con la biología, los genes o la predisposición a subir de peso.
En este marco, Barquera Cervera sostuvo que “no importa la educación que tengamos sobre lo que debemos consumir, si lo único a lo que se tiene acceso es a comestibles de mala calidad”.
Añadió que la más reciente estrategia para combatir la mala alimentación y la obesidad en niños y adultos, que es el etiquetado frontal, permitirá a la mayor parte de la población identificar de forma simple el contenido de ingredientes críticos (azúcares, grasa y sal) en productos industrializados, incluso al realizar una compra rápida o tener enfrente diferentes ofertas.
Precisó que en el estudio para la validación del nuevo etiquetado frontal también se busca erradicar la publicidad engañosa dirigida a infantes, con lo cual se eliminarán los personajes animados de los empaques, así como el uso de datos contradictorios. La información será más clara y no se presentarán porcentajes difíciles de entender, se utilizarán alertas específicas y cinco sellos: exceso de calorías, azúcares, sodio, grasas saturadas y trans, además de dos leyendas con la recomendación de no mantenerse al alcance de los niños.
El especialista destacó que este sistema ha sido avalado por diversas instituciones de salud y se está poniendo en práctica con resultados favorables en países como Chile; no obstante, alertó que ha tenido una mala publicidad, debido a que afecta a las empresas dedicadas a vender comida chatarra.