El otro lado del mundial, Qatar 2022
Por Roberto Iván Recinos Ruiz

El futbol es un deporte de alcance planetario: Freepik
“Qatar 2022 es la copa mundial más politizada y ‘polemizada’; lleva 12 años envuelta en una guerra suave, constante, mediática y narrativa, orquestada principalmente desde los centros imperiales del dominio colonial.
En los anteriores términos se expresó Rafael Robles Gil, maestro en Estudios Islámicos por la Universidad de Qatar, y Politólogo por la FCPyS, en el foro, El otro lado del mundial, Qatar 2022, organizado por el área de Comunicación Política del plantel, en conjunto con Arizona State University y la Embajada de los Estados Unidos, donde se analizó uno de los eventos deportivos con mayor alcance en el planeta, y se profundizó en aspectos de interés para las ciencias sociales.
Por su parte, Juan José Sánchez Bracamontes, maestro en Historia por la Facultad de Filosofía y Letras, aseguró que “la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) no es una organización que trate de fomentar el deporte en el mundo, esa es una fachada; en realidad, lo que busca es la expansión de un entretenimiento para miles de personas, además de que es un brazo de poder público desde hace mucho tiempo atrás”.
Sánchez puntualizó que no debe extrañar que la FIFA y los mundiales, sean, precisamente, herramientas o brazos para que los gobiernos tengan un lucimiento de su cultura, pero también son actividades frente a las cuales se debe plantear crítica social sobre lo que involucran.

Logotipo Qatar 2022
En su alocución, Otto Amílcar Becerril, maestro en Estudios de África y Asia por el Colegio de México, presentó un breve contexto sociocultural del deporte en la región de Medio Oriente o Asia Occidental, muy ligada al desarrollo del capitalismo y el colonialismo, sobre todo inglés, europeo y norteamericano, lugares de donde les llegó el futbol. Se puede decir, agregó, que “el deporte tiene una característica muy afable y es aceptado por las comunidades originarias, a las que no les importa quiénes son responsables de importar estas prácticas”.
El deporte por excelencia hoy en día en dicha parte del mundo, siguió el expositor, es el futbol, donde tiene un desarrollo importante; incluso, mencionó que un concepto muy utilizado es que “el deporte es el caballo de Troya del capitalismo”, pues se puede incluir sin ningún problema en cualquier actividad. “Pocos somos los que cuestionamos el mundial y mucho menos cuando ya está en marcha. Aún más, el deporte siempre se presenta como una actividad muy civilizatoria, es decir, como una práctica que denota el progreso de una sociedad”.
En su turno, el doctor Giovanni Alejandro Pérez, del Instituto de Investigaciones José María Luis Mora, habló sobre la conformación de la selección mexicana como símbolo nacional. Recordó que el momento en que dicha escuadra se cristaliza de esta manera es en el mundial de México 70, evento que para el gobierno de entonces era de gran importancia para mostrar ante los ojos del universo que nuestro país era una nación moderna. Remató con la consideración de que el mundial es un espacio de disputa simbólica muy potente.

El balompié como actividad civilizatoria: Pexels
Al tomar la palabra, Luis Homero Echeverría, licenciado en Periodismo por el Centro de Estudios Universitarios de Periodismo, Arte, Radio y Televisión, subrayó que el mundial trae cosas positivas, ya que al menos por un mes todo se para, es como una tregua en el mundo. “A mí la cuestión del mundial me ha permitido tratar de vincularme con el mundo, de expresar una mirada social y cultural y política de los países, a fin de no sólo quedarnos en la cuestión deportiva, que es la menos importante, a final de cuentas».
Para cerrar el rol de participaciones, el doctor Andrés Martínez, asesor del presidente de la Universidad de Arizona y profesor en la escuela de Periodismo y Comunicación, resaltó que la pieza más importante para el modelo de negocio de la FIFA son los derechos mediáticos de televisión y que Estados Unidos es el principal socio del organismo.