El Marx del segundo siglo

Lucio Oliver y Enrique Dussel. Fotografía: Montserrat Soriano| Gaceta Políticas
“El Marx del primer siglo va de 1883 a finales de la década de 1980. Con la caída de la Unión Soviética muere este primer Marx, soviético, leninista. El segundo es el que irá de esa fecha hasta el año 2089, un Marx distinto”. De esta manera inició Enrique Dussel la clase magistral, El Marx del segundo siglo, organizada en el marco de la celebración de los 50 años del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), y presentada por la doctora Angélica Cuéllar, directora de la Facultad.
Para avanzar en el estudio del pensamiento marxista, Dussel desmintió algunos de los grandes dogmas de esta corriente filosófica, elementos erróneos propagados principalmente por el socialismo soviético hasta su caída. En primer lugar, mencionó, hay que tener en cuenta la evolución de Marx en su obra a lo largo de su vida. “El primer tomo de El capital lo escribió cinco veces”, y en cada una de estas versiones el pensador realizó correcciones precisas, agregó o quitó cosas que modificaron sustancialmente el texto. “Estaba muy lejos de ser dogmático, era un duro crítico consigo mismo”. Las consecuencias de estas múltiples versiones se reflejan en el desarrollo erróneo del pensamiento marxista sobre las primeras versiones no tan trabajadas.
“Hace falta una lectura antropológica de Marx para entenderlo, indagar en sus textos anteriores, que por cierto, informó, ninguno de estos últimos están publicados en castellano”. Las indagaciones de Dussel lo llevaron incluso a investigar a la familia del pensador, oriundo de Tréveris, Alemania; una familia judía de importante linaje en las instituciones de su religión.
Este elemento tendrá una influencia insospechada en el filósofo, quien a lo largo de su pensamiento desarrollará abundantes metáforas teológicas de origen semita, lo que lleva a la destrucción de uno de los grandes dogmas marxistas: el ateísmo. El derrumbe de este dogma está relacionado con otro: el materialismo contra el espíritu. “¿Qué es primero, sujeto de trabajo o la materia trabajada? Marx sin duda responde que el sujeto de trabajo es primero, porque es el que constituye a la naturaleza como materia de trabajo».
Por otro lado, Dussel habló de la categoría de los pobres, anterior a la aparición de la lucha de clases, algo que no debemos perder de vista según el expositor, pues pone en evidencia la dimensión ética de la obra marxista. También dejó en evidencia que Marx fue el primero en abordar una teoría de la dependencia: “para Marx el capital más desarrollado tiene más composición orgánica, más tecnología. Es decir que hay capitales más desarrollados y subdesarrollados, (…) por lo que existen condiciones de explotación de una burguesía a otra”.
El reconocido filósofo latinoamericano hizo hincapié en la “vigencia radical” del pensamiento marxista en la actualidad, dado que el alemán consideraba al capital el responsable de la destrucción del ser humano y la naturaleza. Por eso es que Marx tiene esta pertinencia y vigencia de carácter radical”.