El Derecho debe dejar su “pureza” y nutrirse de la realidad

Alberto Abad, Karina Ansolabehere, Christian Ascensio y Angélica Cuéllar durante la mesa: «La sociología jurídica en AL», parte del programa del PreALAS
¿Qué entendemos cuando hablamos de estudios sociojurídicos? Sin duda éste es un campo del conocimiento difuso y escurridizo en el mundo, pero además, en América Latina en particular, no existe una perspectiva teórica que se imponga a las otras. Así lo adelantó la doctora Karina Ansolabehere, del Instituto de Investigaciones Jurídicas, al abrir hoy la mesa: “La sociología jurídica en América Latina”, misma que formó parte del Congreso PreALAS, que se lleva a cabo en esta Facultad.
Al entrar en materia, el doctor Alberto Abad, especialista de la UNAM, explicó que el Derecho originalmente era concebido sólo como una forma para resolver conflictos; no obstante, en el marco de la transformación racional de la modernidad, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, el Derecho empieza a ser “creado”, a tener otras formas (ya no únicamente tradicionales), y se convierte en una estructura con nuevas funciones dentro de un mundo racional contemporáneo.
De esta manera, con esta visión el Derecho se hizo más universal y con posibilidades para incidir en la organización del Estado y de la sociedad, precisó el expositor.
Sin embargo, añadió, la nueva postura le generó problemas epistemológicos al Derecho, pues la escuela tradicional tuvo que justificar su existencia como un campo del conocimiento con una pureza tal que lo diferenciaba de todos los demás, y tuvo que argumentar que manejaba saberes distintos y autónomos, lo cual lo llevó a una crisis a finales del siglo XIX e inicios del XX, indicó el ponente.
En ese punto, detalló Abad, el positivismo se planteó que el Derecho debía dejar tal pureza y nutrirse de la realidad existente; es decir, el Derecho necesita no sólo ser válido o racional, sino aplicarse a la realidad. En este sentido, un juez puede tomar decisiones tal y como él las determine, pero también debe atender a la sociedad.
Es así como en los años 30, 40 y 50 del siglo XX, abundó el investigador, se presenta una fuerte reacción a que el Derecho dialogue con las ciencias sociales y no que sea una piedra filosofal autónoma, lo cual ha permitido resolver una diferencia que lo mantenía entrampado. Así, el abogado legalista de viejo cuño, que al parecer no tenía ningún vínculo con otras áreas del conocimiento, sólo duró 200 años.
Al tomar la palabra, la doctora Angélica Cuéllar, directora de la Facultad, externó su interés por el estudio, precisamente, de las relaciones entre el Derecho y las demás ciencias que conforman el conjunto social. Luego de hacer un recorrido por los aportes teóricos en éste y otros temas, la doctora señaló que en los últimos 20 años hemos asistido en América Latina a un proceso de reforma de la justicia, encaminado a una mayor eficacia y accesibilidad a la misma.
Reconoció lo negativo que han resultado las morosas esperas, los juicios largos y la corrupción dentro del sistema judicial. Asimismo, al referirse al papel de los jueces, dijo que éstos son una figura central en la impartición de justicia, pero son personajes que deben hacerse presentes en el proceso y no mantenerse ausentes.
Es un hecho, sostuvo la titular del plantel, que las decisiones de los jueces siempre están atravesadas por cuestiones ideológicas; empero, dichas determinaciones deben legitimarse ante las audiencias y la sociedad. La actuación de los jueces responde a la manera en que los enseñaron a pensar, no obstante, espero que éstos y el derecho mismo se empiecen a abrir a otras áreas del conocimiento, como la sociología, la antropología, etcétera, finalizó la estudiosa.
BUENAS TARDES:
Me llamo Noe Molina Romo, soy egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y soy Licenciado en Derecho, ambas por la Universidad Nacional Autónoma de México, campus CU; me permito distraer su atención a efecto de poder comentar su nota sobre la conferencia denominada “El Derecho debe dejar su “pureza” y nutrirse de la realidad”; en específico por el comentario que aparece en su nota expresado por la Doctora Angélica Cuéllar, Directora de la Facultad de Ciencias políticas y Sociales, toda vez que me resulta sorprendente que alguien con su calidad y nivel, haya mencionado que los jueces y el Derecho; cito su nota: “(…) empiecen a abrir a otras áreas del conocimiento, como la sociología, la antropología, etcétera, finalizó la estudiosa.”
Mi comentario es en relación a esta situación, la Directora de nuestra Facultad hace aparecer al Derecho como una disciplina aislada y a los jueces y juzgadores como una sociedad cerrada en si misma o limitada únicamente al estudio de su disciplina (el Derecho) y que tienen o tenemos un grave problema por el método de enseñanza en que fuimos formados y que apenas se empieza abrir y relacionarse con otras disciplinas; por lo cual difiero totalmente con su planteamiento, ya que el universo jurídico, no existe por sí mismo, este atiende y analiza, al igual que muchas disciplinas, una realidad y un entorno social, nunca ha estado aislado; sino recordemos donde surge la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; es decir, los estudiosos del Derecho, el marco legal, los Jueces y magistrados, todos nosotros siempre hemos estado vinculados con otras disciplinas, porque sin ellas no podríamos llegar a conocer los que es nuestro principal interés: la justicia y la verdad histórica.
Lo anterior, lo comento porque quienes hemos decidido estudiar en algún momento la carrera de derecho, nos hemos dado cuenta que esta se relaciona y necesita de otras disciplinas; como la filosofía (filosofía del Derecho), la Historia (de México y del mundo), de la medicina forense, de la teoría social, de las teorías del Estado y del derecho, de la sociología, de la antropología, de la estadística, a veces hasta de la literatura, entre otras; las cuales ayudan a formar si un criterio jurídico, pero además nos ayuda a sensibilizarnos de nuestra realidad y entorno; además nuestro actual sistema jurídico tiende a ponderar más las decisiones de nuestros juzgadores y de los abogados; es decir, considerar lo que es un “bien superior” y a fundamentar aún más nuestras argumentaciones basados en nuestro criterio y conocimientos multidisciplinarios.
En síntesis, el Derecho nos es un ente cerrado, es parte de una sociedad abierta plural y en contacto con otras disciplinas, “purismo no” es lo que nuestro derecho también manifiesta porque no podemos hacer derecho, sin analizar y comprender a nuestra sociedad; ademas debemos conocer sus principales problemáticas, sus actores, su medio, el momento histórico, en suma la realidad que afrontamos, por lo tanto, considero que debería ser al revés que el resto de las disciplinas deben darse cuenta que el derecho las necesita aún más, mejor especializadas y mucho más abiertas, hasta aquí mi comentario.
PD: espero lo pueda compartir con la Directora de nuestra Facultad
Quedo a sus órdenes en el siguiente número celular: 5564231615 y mi correo es noe.molina44@gmail.com