Teatro contra la violencia y el silencio

Función de la obra: El caballo con alas y dos cucharas, en el Auditorio Ricardo Flores Magón. Fotografía: Myriam Corte| Gaceta Políticas
Con el auditorio Ricardo Flores Magón en completa oscuridad, dió comienzo la obra El caballo con alas y dos cucharas. Con un sonido de goteo como fondo, tres personajes corrían de un lado a otro y hablaban entre ellos o en monólogo; a ratos, entre el juego de luces y música se escuchaban los diálogos de un hombre y dos mujeres que aparecieron, ya iluminados, con moretones, camisones desgarrados y caras pálidas. En momentos daban ellas la impresión de estar locas, pues hablaban de caballos, de un unicornio, del humo blanco, de una la luz a lo lejos, de cucharas; parecía que estaban vivas, pero su narrativa parecía sugerir que se encontraban, en realidad, muertas.
La obra, en la que se juega mucho con el tiempo, está abierta a la interpretación personal de su contenido, principio y final. Con música de John Lennon y Yoko Ono, musicalizada e iluminada por Lucía Geraldo y producida por Isaí Reveles, en ella se muestran situaciones y vivencias de mujeres que han sufrido violencia de pareja, familiar, secuestro y trata; la puesta en escena ilustra cómo la mente de sus verdugos casi siempre tiene un trasfondo igual o parecido al maltrato del que ellas son víctimas. Con una duración aproximada de 50 minutos, que no se sienten, la representación trae a la mente casos de muertas o asesinadas de quienes no pudimos escuchar su voz.
Al final, los actores Carol Muñiz, Glow Berdejay y Daniel Narciso Victoria, así como César Ortiz, escritor y director, todos del grupo teatral independiente Tres con todo, intercambiaron ideas con el público.
Necesitamos los del sistema abierto que también se presenten en sábados, por favor!!