Drag Queens: de la clandestinidad a la industria cultural

Titania Monster y Teysha Flower. Fotografía: Adrian Serrano| Gaceta Políticas
En la mesa redonda, “Drag Queens: de la clandestinidad a la industria cultural”, los participantes: Oswaldo Calderón, conocido como “Súper Perra”; Óscar Hugo, como “Titania Monster”, y Ángelo Flores, como “Teysha Flowers”, así como Alfredo Sánchez y José Luis Ruperto, como moderador, explicaron el “ser” que se encuentra detrás de cada personaje.
«Titania Monster» señaló que busca deconstruir los parámetros sociales alrededor del término femenino/masculino, y reconstruir al ser que representa, para hacer de esta personificación un artista completo. Afirmó que un acto artístico performático conlleva un compromiso a la hora de armar un show, así como el posicionamiento ante la responsabilidad de dar vida a un personaje; es ahí, precisó, donde este arte empieza, en la realización de un espectáculo discursivamente sustentado.
¿Cuál es la diferencia entre Drag y Drag Queen?
Para esclarecer las diferentes acepciones relativas a las Drag, “Súper Perra” resaltó una disimilitud con los travestis, los transformistas y los actores, quienes interpretan cierto papel; en cambio, un Drag es cualquiera que puede escindir el género, una representación a través del aparato reproductor, aquel que requiere una inmersión en las artes dramáticas como necesidad; un personaje que genera una manifestación, una expresión que se concibe exclusivamente en la acción, que necesita de un cierto número de observadores, o como lo define Oswaldo Calderón, es “el arte de exhibirse”.
El término Queen, sostuvo Oswaldo, es una forma contestataria de apropiarse del concepto “reinita o maricón”, proveniente de los años treinta ingleses; un modo de autoafirmación política y discursiva. Al valorar la importancia del “Queen” en su definición como artistas, donde una ventaja es la transfiguración de la forma en la que son vistos, explicó que las Drag Queens están alejadas de la masificación de una representación o imagen mostrada en lugares específicos; más bien son seres que asumen su responsabilidad en la ejecución de una acción, aquellos que conocen sus posibilidades y alcances en una sociedad estructurada. Es decir, todo lo que se masifica pierde su sentido simbólico, y lo Drag debe suceder en lo clandestino, lo alternativo.
¿El Drag es una forma de protesta?
“Titania Monster” apuntó que lo Drag es una forma de discursar cuando existe la necesidad de mostrar algo; es hablar de lo que el sujeto está viendo y percibiendo como realidad, para luego transformarlo, fragmentarlo o desvestirlo y presentarlo. El Drag se suscribe para violentar el canon, asumir el reto intelectual de lo que eso implique, ejecutar las acciones necesarias para transformar y expandir perspectivas. “El Drag es un ser político desde el arte”.
Antes de ser Drag, aseveró Oswaldo, se es travesti, cuyo quehacer sucede en la noche y con un camerino como necesidad; la acción Drag simboliza un impacto, hay apropiación de espacios vitales y dice no a la intolerancia y la discriminación. El travesti altera la norma y lo natural, y se contrapone donde afirma que es mujer. Con el Drag existe una diversificación de profesiones con la libertad de crear.
Para culminar la charla, “Edén de la noche”, otro artista drag invitado, presentó un performance. Al finalizar habló sobre la complejidad de estructurar un espectáculo con un tema específico y el uso de material de utilería, para resignificar y visibilizar la postura de cada una de las que han decidido ser Drag Queens, un poder del dialogar más allá de las palabras.