Desorganización en la seguridad nacional
Con información de Daniel Cruz

Javier Oliva Posada. Fotografía: Diana Zamudio| Gaceta Políticas
A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su Segundo Informe de Gobierno, mencionó que la mayoría de delitos disminuyeron un 30% en lo que va del sexenio, no todo han sido buenas noticias.
En el ciclo de análisis Claroscuros del segundo informe del gobierno federal, organizado por el Centro de Estudios Políticos de la Facultad, el ex titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Renato Sales, señaló que la baja delictiva es muy general, pues el homicidio doloso, entre otros delitos, aumentó, hecho que es sumamente grave. Asimismo, se dijo consternado por el despliegue de la Guardia Nacional, ya que puede dar pie a la desaparición de la Policía Nacional.
Sales también mencionó, en contraste, que el Estado no tiene toda la culpa de los homicidios sucedidos en el país, dado que muchas veces se deben a enfrentamientos entre las bandas del crimen organizado, por rompimiento de pactos o treguas.
Por su parte, el doctor Javier Oliva Posada, académico del plantel, consideró que existe una fuerte desorganización de los órganos de seguridad nacional, pues no están acotados o deliberados de la mejor manera; es decir, no está bien definido qué controla la Policía y qué la Guarda Nacional, lo que ocasiona descontrol.
Con respecto a la militarización que se observa con la llegada de la Guardia, externó no sentirse impresionado, pues esto ya ocurrió en varios sexenios en el pasado; el hecho de que no se mencione sólo refleja desconocimiento histórico en materia política, precisó.
Ambos ponentes coincidieron en que la mayoría de delitos permanecen impunes o bien no son denunciados. La raíz de ello es la desconfianza de los ciudadanos en las autoridades, y la certeza de que no resolverán nada. Sales lamentó que sólo se destine el 0.8% del PIB a Seguridad, pues ese poco presupuesto no es suficiente para proporcionar buenas prestaciones, salarios y estabilidad laboral a los policías, a quienes, por si no fuera suficiente, la sociedad no los respeta, además de que todo el tiempo se desobedece y pasa por alto la ley.
Oliva, en una dosis de optimismo, aseguró que ningún Estado ha sido derrotado por el crimen organizado, y que, en algunos países europeos, incluso, la ciudadanía ayuda a contrarrestarlo, por lo que esperaría que, en algún momento, México tome el ejemplo de esas naciones.