Deporte y política: dúo innegable de nuestros tiempos

Presentación del libro El deporte como observatorio de cambio social y político. Fotografía: Marco Salas| Gaceta Políticas
El deporte es uno de los fenómenos sociales de la actualidad más comentados y de mayor importancia en nuestro país y en el mundo; sin embargo, en la academia sigue siendo un tema poco explorado. Daniel Añorve busca cambiar esto. En su libro, El deporte como observatorio de cambio social y político, que se presentó en la Facultad, hace un nuevo acercamiento a este fenómeno, pero abordado desde una perspectiva académica, de análisis y reflexión.
Acompañaron al doctor Añorve los profesores Ileana Cid, María Cristina Rosas, Roberto Peña y Sergio Varela, en una mesa interdisciplinaria con críticas, reflexiones y propuestas interesantes, coincidentes en varios puntos. Todos reconocieron la importancia de empezar a tratar temas relativos al deporte, a incluirlo en los debates de las ciencias sociales y políticas, de analizarlo desde las distintas metodologías y disciplinas, para así dar mayor claridad a los procesos que se gestan en torno a éste.
A lo largo de los cinco capítulos, y con una visión internacionalista, se analiza al deporte. Empieza con un estudio sobre la normalización de las relaciones estadounidenses y cubanas en torno al beisbol (un hecho crucial, considerando la tensa relación que mantuvieron el siglo pasado, derivada de la Guerra Fría); se examina también la migración deportiva en lo que el autor llama “migración Norte-Sur”; después incluye cifras sobre la creciente participación de las mujeres en el deporte olímpico; se analiza además el surgimiento en América del Norte de estadios corporativos que abandonaron su carácter histórico, patriótico o incluso nostálgico: se acabaron los Estadios de los Tres Ríos para ser ahora el Estadio Red Bull o el Estadio Gillette; finalmente, y con una reminiscencia a la Modernidad líquida, de Bauman, se estudia el caso de un equipo “líquido, moderno y globalizado”: la adquisición del Club Morelia por TV Azteca.
El libro, coincidieron los participantes de nuevo, invoca a la reflexión, a ahondar más en el tema, que está inmerso en todos los niveles: desde el local y nacional, hasta el continental y mundial. Apuntaron su importancia en el derecho internacional, por su función conciliadora e incluyente. Es necesario entenderlo, también, como negocio, y, por tanto, imposibilitado del desprendimiento de su base lucrativa, capitalista. También se debe intentar comprender la naturaleza del nuevo deportista que se ha “cosificado” y ahora es sólo mercancía: una mina de oro por ser explotada. Además, se debe recordar que, aun cuando la mujer, en términos cuantitativos, ahora está más presente en el deporte, las organizaciones que mueven los hilos, como FIFA o la Federación Mexicana de Futbol, aún son dirigidas por comités masculinizados, apuntó Sergio Varela. El deporte, se comentó, puede estar al servicio de las élites, reproduciendo dinámicas de dominación, pero también puede ser un espacio de unión, de tolerancia y de cambio político.
Los expositores hicieron hincapié en la relevancia del deporte como observatorio, como punto de coyuntura política. Finalmente, se debe decir que la obra tiene una temporalidad inmejorable para empezar a reflexionar: la conjunción de la máxima expresión política de nuestro país —elecciones del primero de julio— con una de las máximas expresiones deportivas en el mundo —la Copa Mundial de Futbol—. Es menester, pues, estar preparados para presenciar esta coyuntura e intentar darle un sentido desde nuestro campo de estudio; por esta razón la obra tiene un papel de primera importancia.