Futuro de la lectura
Por Tania Lucero Jiménez Cárdenas

Foto: Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei).
Con la llegada de las nuevas tecnologías han cambiado los paradigmas y se han desarrollado nuevas maneras de llevar a cabo la lectura. En virtud de ello se realizó la conferencia Educación y Comunicación, donde diversos académicos se reunieron en la sala Fernando Benítez y expresaron su inquietud sobre la falta de placer por la lectura en las nuevas generaciones y el acercamiento al conocimiento.
Rafael López González, licenciado en Ciencias de la Comunicación por la FCPyS y reportero fundador de La Jornada Ecológica, mencionó que existen evidencias empíricas de que se practica poco la lectura. Al desempeñarse como docente, observa con intranquilidad que los estudiantes no ejercitan el hábito de leer. “La tecnología lo cambió todo; sin embargo, no quiero calificar que determinadas formas sean buenas, malas o regulares. Simplemente es así. Son nuevas formas; pero lo cierto es que en los salones de clase sería grato que le encontráramos placer a todas las lecturas, aunque claramente no puede ser así, ya que esto depende de la perspectiva de cada persona”, comentó.

Lilián Álvarez Arellano. Foto: Darren García.
Por su parte, Lilián Álvarez Arellano, doctora en Filosofía de la Educación por la Universidad de Harvard, expresó que los alumnos leen únicamente lo que les piden los profesores o en periodos escolares. No obstante, para ella la lectura es una conversación entre muchas partes que se vuelve especial entre distintas generaciones, y una manera privilegiada de apropiarse del patrimonio humano. Leer por gusto genera la adquisición de capacidades para estudiar, aprender, convencer a la gente, lograr un trámite, entre otras cosas.
En su turno, Lucía Rivadeneyra, comunicóloga y académica en la FCPyS, compartió un escrito donde profundizó en sus propias experiencias con la lectura. “Somos varios colegas los que tenemos una preocupación por la lectura, así que no me queda más que invitarles a leer, pues la literatura es una forma de felicidad. Si aún no han podido probarla, los conmino a hacer el intento. Los invito a una forma de placer”, externó.
Carlos Maza, sociólogo, coordinador de Fomento a la internacionalización, y editor de UNAM Internacional en DGECI-UNAM, señaló, mediante una mirada crítica, tres problemáticas respecto al tema. Por un lado, cuestionó si el leer un texto impreso es la única o la más importante de las formas de leer. En segundo lugar, aseguró que se debe problematizar la idea del libro como canal del saber. Y, en tercer lugar, aseguró que es necesario incorporar en la lectura a las tecnologías y la comunicación.
“Es relevante mencionar el paréntesis Gutenberg, pues actualmente todo el tiempo estamos leyendo y escribiendo en nuestros dispositivos inteligentes. En este sentido, ¿cuáles son los futuros del libro en un momento histórico en el que éste es un soporte de lectura minoritario? Cada vez tenemos más opciones digitales de lectura. La mayor parte de información con la que vivimos viene en códigos distintos al alfabético sobre el papel: hablamos con emojis, stickers y gifs, lo que se traduce en más códigos lingüísticos”, destacó.

Rafael López, Alfredo Guerrero, Lucía Rivadeneyra, Daniela Lemus, Lilián Álvarez y Carlos Maza. Foto: Darren García.
en su momento, Alfredo Guerrero Tapia, profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM, indicó que la lectura no sólo es fundamental para la transición del conocimiento, pues sin esta acción es prácticamente imposible la vida moderna. Su argumento se centró en reconocer cinco puntos: el mundo de la lectura se ha transformado gracias al cambio de lo analógico a lo digital; la información no es conocimiento; la lectura es una llave a la trascendencia; se están creando nuevos entes en la comunicación, y los psicólogos están rebasados en teorías de la lectura.