Construir masculinidades positivas
Por Samantha Varela

Foto: El País.
En el marco del taller Rompiendo el rol, se llevó a cabo la sesión: «Construyendo masculinidades positivas: ¿cómo romper el círculo?», impartida por el psicólogo Armando Llamas Uguez, y la participación del colectivo, De machos a hombres GENDES, dedicado al análisis de las identidades masculinas en México.
En la ocasión, el también psicoterapeuta Gestalt presentó el trabajo de GENDES, un proyecto ciudadano fundado en 2003 por un grupo multidisciplinario de profesionales, comprometidos con promover la igualdad sustantiva. Su misión es impulsar el involucramiento genuino, consistente y congruente de los varones en este objetivo, partiendo del análisis integral de lo que significa ser hombre en nuestra sociedad.
Uno de los ejes centrales del taller fue el concepto de masculinidad como construcción social, entendida como un conjunto de valores y prácticas culturalmente aceptadas sobre cómo deben ser y comportarse los hombres. Se enfatizó que esta construcción impacta directamente en la manera en que ellos se conciben, piensan, actúan y se relacionan con los demás.
También se abordó el modelo de masculinidad hegemónica, predominante en contextos como el mexicano, caracterizado por valores tradicionales o machistas que imponen jerarquías, privilegian el poder y restringen la expresión emocional. A través del estudio “La caja de la masculinidad” (Promundo/Unilever, 2017), se expusieron algunos signos de este modelo, como la negación del llanto, la necesidad de control, la valentía obligada y la heterosexualidad normativa.

Psicólogo Armando Llamas Uguez. Foto: Fabián Mendoza.
Además, se habló de la visión androcéntrica que coloca al hombre y lo masculino como medida de todas las cosas, perpetuando desigualdades y dejando fuera otras experiencias. Esta perspectiva genera dinámicas de dominación y violencia que afectan tanto a mujeres como a los propios hombres, al promover estilos de vida basados en la competencia, la confusión emocional y la irresponsabilidad afectiva.
Se introdujo el concepto de micromachismos o machismos cotidianos, entendido como aquellas formas “invisibles” de violencia y dominación presentes en la vida diaria. Estos comportamientos, aunque sutiles, tienen efectos significativos en la autonomía y bienestar de las mujeres, y también perpetúan relaciones desiguales. La plática concluyó con un llamado a cuestionar estos patrones y a edificar formas «de ser hombre» más empáticas, igualitarias y libres de violencia.
Finalmente, se invitó a los asistentes a reflexionar sobre el machismo interiorizado y la urgencia de cuestionar y romper con los roles tradicionales impuestos por la cultura patriarcal. Se enfatizó que reconocer estas conductas en uno mismo es un primer paso para desaprenderlas y construir relaciones más sanas, basadas en el respeto, la empatía y la igualdad. Esta introspección busca generar una transformación personal que pueda impactar de manera colectiva en la sociedad.