Colombia en el “claro-oscuro”
* Las recientes movilizaciones populares expresan la decisión de buscar otro camino.
Por Fotios Messados

Colombia. Foto: Pexels
El estallido de las manifestaciones populares en Colombia, hace pocos meses, es el resultado de una política neoliberal que amplía y agudiza las desigualdades sociales, mientras la vieja narrativa de las clases dominantes no puede lograr el consenso popular. En un contexto regional e internacional cambiante, la dinámica de las movilizaciones en el país latinoamericano abre todas las posibilidades de la pugna entre las clases y élites dominantes, por un lado, y las dominadas, por el otro.
Los participantes en el Conversatorio, Jueves de Debate Latinoamericano: «Perspectivas de la rebelión popular en Colombia», organizada por el Centro de Estudios Latinoamericanos, coincidieron en que el país sudamericano está atravesado por hechos históricos donde hay dos caminos: un avance social y cierta democratización, pero también retroceso, en formas antiguas de represión estatal y de violencia.
El maestro Alex Gamba, sociólogo colombiano, explicó que las movilizaciones populares recientes se transformaron gradualmente: lo que empezó como un paro y un estallido, se convirtió en una rebelión popular, pero además, “no sabemos en qué va a acabar este sismo político, cultural y social”.

Maestro Alexander Gamba. Foto: Bruno López.
Detalló que la violencia generalizada, ejercida por el Estado (policías y militares) y fuerzas paramilitares “muestran un agotamiento del “Uribismo”, después de dos décadas de dominio”, y que “el uso de la violencia militar y policial brutal no es algo nuevo para Colombia”, pero ésta, al mismo tiempo, no pudo detener la entrada en escena de otros actores sociales que buscan mayor democratización, como los jóvenes.
Por otro lado, según la opinión de Javier Calderón, sociólogo e investigador de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), los problemas sociales y políticos que enfrenta Colombia son el resultado de varios factores nacionales e internacionales. Destacó que la nación sufre los “efectos del capitalismo y de la decadencia del imperialismo”, pues es una economía dependiente de Estados Unidos, sin un modelo productivo claro y con un programa económico neoliberal que agudiza las contradicciones sociales.
Indicó que la aplicación de las políticas neoliberales y “la dependencia de Colombia del mundo financiero especulativo” genera “problemas de distribución de bienes comunes, precariedad laboral, desempleo y desocupación”, como consecuencia de la dependencia.
Javier Calderón, de la Universidad de Valladolid, habló sobre las Fuerzas Revolucionarias de Colombia e hizo hincapié en que el relato oficial de guerra contra las FARC ya no sirve en el nuevo contexto, ya que desde 2016, cuando se firmó el acuerdo de paz entre éstas y el gobierno, existe una ruptura de “la narrativa de la guerra psicológica del Estado” y del “enemigo interno”; es decir, desaparecieron los pretextos del gobierno colombiano y se mostró una realidad social profundamente desigual.

Profesora Marisol Rojas Pavón. Foto: Bruno López.
En esta misma línea de análisis la profesora Marysol Rojas Pavón, especialista en prevención de la violencia, agregó que las reformas neoliberales en Colombia en materia de salud, educación y derechos laborales “configuran una sociedad altamente excluyente y desigual”. Precisó que fueron razones sociales las que empujaron “la organización y movilización de diversos sectores sociales como madres, jóvenes y académicos”, pese a que hubo gran desinformación.
Puntualizó que la violencia estatal y paraestatal, que ha producido “80 homicidios comprobados”, decenas de manifestantes lesionados y agresiones sexuales, no impidieron que tres millones de personas se movilizaran en 360 marchas, en 798 municipios en toda Colombia, donde los jóvenes son protagonistas fundamentales, pues ellos sienten las consecuencias de las políticas neoliberales en su país, donde el 42% son pobres, y 22 millones están desocupados y dispuestos a buscar otro camino.