«Ciberoptimistas» y «ciberpesimistas» en el espacio virtual
Por Denzell O. Small

Imagen: Freepik
La ciudadanía digital es un concepto que se ha desarrollado a la par del advenimiento de las tecnologías de la información y la comunicación, a partir de un proceso histórico, político, social, educativo y comunicativo. Debido a este hecho, esta concepción teórica cuenta con diversos y múltiples ejes de investigación que sólo pueden ser abordados desde una perspectiva multidisciplinaria.
En este sentido, el libro Ciudadanía digital: ¿Qué ciudadanía?, de la doctora Alma Rosa Alva de la Selva, adscrita al Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación, es una muestra del esfuerzo por conceptualizar los alcances, límites y evolución de esta noción, que hoy día también es influenciada por el contexto digital y el uso cotidiano de las tecnologías.
Alva de la Selva expresó que la ciudadanía digital es un tema de múltiples facetas y para analizarlas se requiere de una visión multidisciplinaria, sobre todo a la luz del constante cambio generado no sólo por el desarrollo tecnológico, sino también por la “maduración” político-social ciudadana.

Dra. Alma Rosa Alva de la Selva. Foto: Alan Chan
Apuntó que de hecho el activismo social se ha adaptado a la coyuntura actual, y hay diversos casos documentados donde la defensa de los derechos se ha dado mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, que son las nuevas formas de interacción del siglo XXI (metaverso, mensajería instantánea, redes sociales, etcétera).
También señaló que en México está presente la necesidad de impulsar las dos ciudadanías: la “análoga” y la digital; entendida esta última como una forma de participación política y social responsable, inserta en los nuevos espacios propiciados por las TICs.
Ambas figuras de ciudadanía permiten avanzar hacia una cultura democrática de participación cívica, plural y tolerante, precisó la docente. “Es importante impulsar procesos de innovación y apropiación, no solamente políticas públicas desde lo gubernamental, sino apoyar propuestas ciudadanas, articulando acciones a través de las TICs”, aseveró.

Dra. Carola García. Foto: Alan Chan
Por su parte, y luego de apuntar que los procesos históricos, tecnológicos y sociales han producido desigualdades de acceso y alfabetización en los medios digitales, la doctora Carola García, directora de la Facultad, afirmó que ahora se están delineando los límites políticos de la ciudadanía en el nuevo “espacio virtual”, y que incluso podría hablarse de “ciberoptimistas” y “ciberpesimistas”, según la prospectiva que se tenga sobre la apertura y democratización de la esfera digital a corto y largo plazo.
Para la titular del plantel, acortar la brecha digital debe ser un punto de énfasis y estudio, pues estos recursos digitales, necesarios para la participación política del siglo XXI, seguirán sumando relevancia, ya que están de por medio intereses políticos y empresariales.
En este marco, precisó que esta nueva democracia digitalizada enfrenta retos en su porvenir, tales como la atomización o la descalificación, las cuales degeneran el diálogo en las redes sociales.
Por su parte, el doctor Gabriel Pérez Salazar, politólogo de la FCPyS, hizo la analogía entre la democracia griega y la digital, pues en ambas existen situaciones desiguales de poder, así como limitaciones para el acceso a la participación ciudadana.

Dr. Gabriel Pérez. Foto: Alan Chan
Informó que en el ámbito virtual, hoy por hoy existen cambios en las formas de interacción: lo local y global se entrecruzan, se crean debates, se visibilizan los problemas sociales, y se genera un proceso de problematización espacio-temporal.
Agregó que “la comunidad digital no es igualitaria”; es decir, “no basta ser un nodo en la red”, pues quien cuenta con un mayor número de “followers” tiene más incidencia en este novedoso espacio de interacción social.