Con Milei, Argentina está en una encrucijada
Por Diana Elizabeth Flores

Javier Milei, presidente de Argentina. Foto: Gustavo Garello/Associated Press.
En una sesión de reflexión y debate, la comunidad de nuestra Facultad fue testigo de una conferencia crucial, donde se abordó el impacto del triunfo político de Javier Milei en Argentina —en medio de una profunda crisis democrática—, en la cual participaron Alejandro Grimson, doctor en Antropología por la Universidad de Brasilia, reconocido por su vasta experiencia en análisis político y social; Tania Hernández Vicencio, doctora en Ciencias Sociales por El Colegio de la Frontera Norte, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y experta en desigualdades sociales y políticas públicas, y Benjamín Arditi, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Essex y profesor de Teoría Política en nuestro plantel.
En un panorama político convulso y marcado por el surgimiento de fuerzas extremas en diversas partes del mundo, Argentina se erige como un caso singular, según los comentarios del destacado antropólogo Grimson, quien al abrir la discusión, describió el triunfo de Milei como algo equivalente a un sismo político. Apuntó que su creciente presencia refleja una «desilusión brutal» en la población argentina, donde la tradicional vía de representación política ha sido cuestionada.
Tania Hernández planteó una pregunta vital: ¿Qué nos dice el triunfo de Milei sobre la población argentina actual? A esta interrogante, el doctor Grimson respondió con una mirada crítica hacia las expectativas y realidades políticas que enfrenta la sociedad. Argumentó que la emergencia de figuras como este mandatario es un indicio claro de la profunda desilusión y falta de representatividad que muchas personas perciben en las instituciones tradicionales.

Alejandro Grimson, antropólogo social argentino. Foto: Valeria Arévalo
Hernández también señaló que el progresismo de izquierda en Argentina ha sido históricamente asociado con la defensa de los derechos políticos y sociales; sin embargo, el ascenso del nuevo presidente ha desafiado esta narrativa, al ganar terreno sin un patrón partidario convencional. «Milei ha logrado una victoria política significativa sin contar con las estructuras tradicionales de los partidos políticos».
Indicó que el triunfo de Milei en las elecciones ha sido interpretado como un llamado de atención a las formas establecidas de hacer política en la nación sudamericana. Su capacidad para ganar apoyo popular sin una maquinaria partidaria detrás demuestra un cambio en las preferencias y demandas de la población. Además, Hernández destacó un aspecto particular del ascenso de este jefe de estado: su capacidad para recuperar y renovar el elemento religioso en la política de su país.
En un pueblo «donde la religión ha sido un factor histórico y cultural importante, Milei ha sabido capitalizar este aspecto de modo efectivo, y de una manera renovada y atractiva para muchos argentinos», puntualizó la expositora, quien añadió: «Esto ha sido un elemento clave en su conexión con ciertos sectores de la sociedad y en la ampliación de su base de apoyo».

Tania Hernández, Alejandro Grimson y Benjamín Arditi. Foto: Valeria Arévalo.
En un país donde la política ha estado marcada por divisiones y disputas ideológicas, la llegada al poder de Milei plantea preguntas importantes sobre el futuro de la democracia y la representación política en Argentina. Su capacidad para ganar terreno sin seguir las reglas tradicionales invita a una reflexión profunda sobre el papel de los partidos políticos, los derechos ciudadanos y el papel de la religión en la esfera pública.
«El caso de Milei nos recuerda que la política argentina está en constante evolución, y que las viejas formas de hacer política ya no son suficientes para satisfacer las demandas de una ciudadanía cada vez más diversa y exigente», finalizó la doctora Hernández.