Académicos discuten la reforma electoral
Por Fotios Messados

Cámara de Diputados. Foto: El Financiero
La reforma electoral, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y su impacto en la correlación de fuerzas a nivel político, pero también social, así como su incidencia en la calidad de la democracia del país, fue el tema analizado en la segunda jornada del Coloquio de Invierno del Centro de Estudios Políticos de la FCPyS.
La doctora Esperanza I. Palma Cabrera, profesora de Sociología de la UAM, dudó en considerar positiva la reforma electoral en su conjunto, aunque tiene unos puntos positivos.
Luego de apuntar que esta reforma se ubica en un contexto de alta polarización entre el presidente y la autoridad electoral, la expositora señaló que ésta no es realmente una propuesta de renovación democrática del sistema de representación política, y que aun cuando Morena no es un partido hegemónico como lo fue alguna vez el PRI, pretende serlo.

Doctora Esperanza Isabel Palma. Foto: Víctor H. Sánchez
También sugirió que si queremos saber el carácter real de dicha reforma, vale la pena preguntarse qué se proponen las élites políticas a través de ella, y cuáles son los intereses o valores que están detrás.
La reforma electoral tiene “elementos perversos”, dijo en su turno el maestro Salvador Mora, docente de la FCPyS, pues rediseña la propia estructura del INE y delinea cómo se van a afectar los órganos públicos locales, lo cual dañará el regimiento institucional, que tiene puntos positivos y eficaces en los procesos electorales democráticos.
El asunto de fondo, desde su punto de vista, es que López Obrador y Morena quieren cambiar la función del INE y minar así los fundamentos de la democracia y los propios procesos a través de los cuales llegó el actual presidente al poder.

Doctor Faustino Torres. Foto: Víctor H. Sánchez
Por su parte, y después de hacer una presentación de datos estadísticos sobre el financiamiento de los organismos electorales, el doctor Antonio Faustino Torres, politólogo de la UNAM, resaltó la insistencia del jefe del Ejecutivo mexicano de reformar el sistema electoral, al grado de que se ha vuelto en una obsesión para él. Finalmente, el ponente sostuvo que “el sistema electoral es independiente” y requiere “una burocracia especializada y costosa”.