Crisis orgánica global en la gobernanza
Mesa 8, «Lo que la gobernanza es, lo que la gobernanza podría llegar a ser»
Por Itzel Zárate

Stephen Gill. Foto: Juan de Dios Garza.
En un mundo marcado por crisis económicas, tensiones geopolíticas y cambios climáticos, repensar cómo se gobierna y quién toma las decisiones se ha vuelto más urgente que nunca. Esta reflexión fue el eje de la mesa 8, “Lo que la gobernanza es, lo que la gobernanza podría llegar a ser”, moderada por el maestro Dámaso Morales, secretario general de la FCPyS.
Para iniciar, el doctor Stephen Gill, profesor e investigador de la Universidad de York, en Canadá, ofreció una reflexión crítica sobre la gobernanza global en el contexto actual. Habló de una «crisis orgánica global», originada por múltiples factores, desde la tensión geopolítica entre Estados Unidos y China, el ascenso de la extrema derecha y la erosión del Estado, hasta los desafíos que surgen del capitalismo neoliberal.
Destacó que la gobernanza está íntimamente relacionada con la cultura y que los grandes cambios históricos (como los derivados de las guerras mundiales o la pandemia de Covid-19) han desencadenado transformaciones profundas en la manera de gobernar. Su llamado fue a imaginar una gobernanza más justa y democrática, capaz de responder a los retos del siglo XXI.

Enrique Provencio. Foto: Juan de Dios Garza.
El doctor Enrique Provencio, coordinador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la Universidad Nacional y profesor de ecología ambiental y economía, coincidió con el diagnóstico de Stephen Gill, y lo complementó desde una perspectiva de desarrollo sostenible.
Enfatizó que vivimos una crisis civilizatoria, que no sólo afecta la economía y el medio ambiente, sino también a las instituciones democráticas. Según Provencio, la gobernanza debe repensarse para reconstruir la confianza en los gobiernos, fomentar políticas industriales efectivas y fortalecer las capacidades institucionales. “La fórmula del cambio de época la venimos usando desde fines del 2009 y está definida por la crisis de gobernanza global que inicio después de la Segunda Guerra Mundial”, afirmó. Asimismo, propuso una gobernanza basada en la certidumbre y la cooperación internacional, capaz de enfrentar los grandes problemas como la desigualdad, el deterioro ecológico y la fragmentación social.

Yanella Martínez Espinoza. Foto: Juan de Dios Garza.
Por su parte, la politóloga Yanella Martínez Espinoza aportó una visión centrada en el papel de la administración pública y las instituciones. “Si sigue siendo factible una convergencia, la pregunta es: ¿cómo la gobernanza debe evolucionar y hacer frente a los problemas actuales?”, a lo cual respondió que la gobernanza debe garantizar la cooperación ciudadana, el Estado de derecho y una adecuada prestación de servicios públicos. También explicó los tres grandes paradigmas que ha vivido la administración pública y cómo de cada crisis ha surgido una transformación. Al final de su participación defendió la idea de una nueva gobernanza pública orientada al ciudadano, donde el diálogo, la inclusión y la participación sean fundamentales para resolver los desafíos actuales.
En esta sesión no solo se analizó el presente de la gobernanza, si no se abrió la puerta a imaginar un futuro mejor. A pesar de las crisis y los conflictos que atraviesa el mundo, existe la posibilidad de construir nuevas formas de gobernar que pongan en el centro el bienestar común, la justicia social y la sostenibilidad. Como se concluyó en el evento, lo que la gobernanza es hoy puede transformarse en lo que esta podría y debería llegar a ser: una herramienta para construir sociedades más equitativas y humanas.