Elecciones en Estados Unidos: retos y posibilidades para México
Con información de Yaritza Pereyra

Martha Elena Bárcena Coqui. Fotografía: Karla García| Gaceta Políticas
En el contexto de las próximas elecciones presidenciales en la vecina nación del norte, estudiar la relación bilateral con nuestro país se vuelve imperante, puesto que este acontecimiento podría significar un hito en materia de política interna y mundial. Así lo expresó la embajadora Martha Elena Bárcena Coqui, en el 1er encuentro universitario La relación bilateral México-Estados Unidos. Oportunidades en tiempos de desafíos globales.
Respecto a este acontecimiento, reiteró que aunque la relación actual entre la embajada mexicana y el congreso estadounidense se encuentra en una posición estrecha y privilegiada, México no se inclinará a favor de ningún candidato, ya que se busca conservar la buena relación entre ambos países.
En cuanto a la participación de México en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, expresó que habrá una mayor interacción en temas de política exterior con la potencia vecina, y aun cuando no de manera directa, se dará mayor relevancia al diálogo entre ambos países respecto a la situación del mundo.

Fotografía: Karla García| Gaceta Políticas
Explicó que, en lo que se refiere a temas de seguridad, el interés de Estados Unidos se centrará en el narcotráfico, en específico en el comercio de drogas sintéticas que ha desplazado al de la marihuana, el cual es prácticamente inexistente debido a las legislaciones realizadas en territorio norteamericano.
Por otro lado, añadió que para el gobierno mexicano el tráfico de dinero y armas será cuestión relevante, sin dejar de lado temas de manejo de aduanas y tráfico de personas.
Consideró que en asuntos de seguridad, otro eje importante será el de América Latina, debido al interés especial de México en la cooperación y desarrollo con Centroamérica, así como la pandemia de coronavirus y el cambio climático.
Para finalizar, la expositora enfatizó la relación comercial existente entre Estados Unidos y México, los retos comunes a futuro, la cooperación para el desarrollo, tecnología, medio ambiente y la legislación sobre migración, dejando abierta la posibilidad de que en un futuro pueda existir un presidente estadounidense de origen mexicano.